Rafa Nadal sorprendió a todos hace cuatro meses cuando anunció que 2024 sería su último año. El tenista manacorí, uno de los mejores de todos los tiempos, dejó una sensación agridulce a todos los aficionados al tenis, pero este lunes ha dejado la puerta abierta en una entrevista a Movistar + con Juanma Castaño, en la que también valoró el pulso que mantiene con Djokovic y habló sobre una futura presidencia del Real Madrid.
"No tengo ese sueño pero sí me gustaría. Pero a día de hoy nada que decir, porque tenemos el mejor presidente posible. Luego, la vida da muchas vueltas y hay que plantearse si está uno capacitado para ciertas cosas. Creo que vosotros montáis películas. Creo que no cumplo los requisitos para serlo", señaló abiertamente al responder si le gustaría ser presidente de la entidad blanca.
"Dije que posiblemente 2024 sea mi último año. Lo mantengo, pero no lo puedo confirmar al 100%. Creo que hay muchas posibilidades de que sí, porque sé como está mi cuerpo pero cómo estaré en cuatro meses, no lo sé. No tengo claro qué haré en 2024, porque cambiará por completo según tenga unos objetivos u otros. Si no me recupero es una cosa, si puedo competir a un nivel que me ilusione es otra... Mi ilusión es, a mediados de noviembre, saber cómo estoy físicamente. Son los plazos que nos hemos marcado", señaló el manacorí.
"Con 22 Grand Slams se puede vivir frustrado, creo que Novak en ese sentido lo vive de una manera más intensa de lo que lo he vivido yo. Para él sí hubiera sido una frustración más grande no conseguirlo. Y a lo mejor por eso lo ha conseguido, ha llevado la ambición al máximo. Yo he sido ambicioso pero con una ambición sana que me ha permitido ver las cosas con perspectiva, no estar frustrado, no cabrearme más de la cuenta en la pista cuando las cosas no iban bien. Es mi forma de vivirlo y de sentirlo. También son culturas distintas, cada jugador y cada país viven las cosas de una manera diferente. Yo lo he vivido de esta manera y estoy feliz con ello", dijo.
En ese sentido, indicó: "No siento nada cuando le veo ganar un Grand Slam, no me cambia el discurso cuando voy por delante o por detrás. Me hubiera gustado ser el tenista con más Grand Slams de la historia, sin ninguna duda. De esto se trata el deporte, de intentar ser lo mejor posible. Pero no ha sido una obsesión, no me frustra".
"Uno no puede estar siempre frustrado en la vida por una cosa o por otra. No puedo estar frustrado si el que vive a mi lado tiene un coche mejor que el mío o una casa un poco mejor. La vida es como es y cada uno hace lo que puede. No estoy frustrado porque creo que dentro de mis posibilidades he hecho todo lo posible para que las cosas me fuesen lo mejor posible", apuntó en la entrevista.