Novak Djokovic quiere cambiar el tenis tal y como lo conocemos. Desde hace algunos años, el serbio encabeza la Asociación de Jugadores Profesionales de Tenis (PTPA), el sindicato de deportistas que luchan por llevar a cabo cambios en el circuito. Activo en su rol, ha solicitado un abanico de modificaciones en el circuito por el bienestar de los tenistas.
Insaciable dentro y fuera del circuito, el serbio lleva meses poniendo sobre la mesa propuestas para llevar a cabo cambios estructurales del tenis que cree que son básicos. 'Nole' considera que es necesario achicar la brecha salarial que existe entre hombres, mujeres y (más allá del sexo) los doblistas. Entiende que buscar una solución para que todos los profesionales de la raqueta vivan del deporte es imprescindible para evitar el fracaso del mismo.
"Solemos hablar mucho de lo que ganan los tenistas que han participado en el US Open, pero no de cuántas personas pueden vivir del tenis. Solo hay unos 400 jugadores que pueden vivir del tenis, un dato muy pobre para un deporte tan global como el nuestro. Supone un fracaso para el tenis", aseguraba en una entrevista hace algunos días.
A call for change resonates louder within the world of professional tennis day by day.
Hear what Executive Committee members @DjokerNole and @Ons_Jabeur have to say about the realities of tennis. pic.twitter.com/ucfHd8HRjw
— Professional Tennis Players Association (@ptpaplayers) September 18, 2023
Dicho de otra manera, para Djokovic es necesario no solo hacer un reparto más equitativo, sino que es clave dar cabida a más deportistas. La realidad es que solo los 200 primeros jugadores del ranking consiguen ganacias suficientes para convertir el tenis en su principal fuente de ingresos. Para el resto de tenistas, la gran mayoría de ellos, este es un sueño casi imposible de lograr. Un sentimiento con el que el serbio puede empatizar.
"Yo estaba en ese lugar por lo que entiendo la lucha. También entiendo las dificultades que supone pagar los gastos de viaje si no se cuenta con el respaldo de una federación fuerte, que el 90% o incluso más de los jugadores en todo el mundo no tienen, y no tener el presupuesto para pagar a los entrenadores, fisioterapeutas, etc. Yo, que soy de Serbia, no tenía nada de eso. Ahora tengo influencia, tengo poder y quiero luchar por mejores condiciones", declaraba el número uno del mundo.