La lucha por el número 1 del mundo se le complica al español Carlos Alcaraz, derrotado en la segunda ronda del Masters 1.000 de París por el ruso Roman Safiullin, 47 del mundo, procedente de la fase previa, por 6-3 y 6-4.
No atraviesa un buen momento el murciano, muy impreciso en la pista cubierta de la capital francesa, a merced de un jugador que atraviesa el mejor momento de su carrera, como atestiguan los cuartos de final que alcanzó en Wimbledon y la final que jugó en Chengdu.
El Masters 1.000 que cierra el año no se le da bien a Alcaraz, que no perdía en un inicio en este tipo de torneos desde hacía 9 y que volvió a chocar contra una pista que le es esquiva.
Con esta derrota, sus opciones de acabar número 1 quedan en manos del serbio, que este miércoles se estrenará contra el argentino Tomás Martín Etchevarry en un torneo que ha ganado seis veces y donde es vigente subcampeón.
Defiende más puntos el serbio y queda todavía por delante el Masters de Turín que reúne a los ocho mejores de la temporada, pero Alcaraz ha hipotecado buena parte de sus opciones de terminar en lo más alto del ránking.
El partido estuvo lleno de imprecisiones en ambos lados, pero fue el ruso el que dictaba el ritmo, agresivo con el saque, confiado cuando le entraban los primeros, marcando el impás al que el español se sumaba incómodo, a contracorriente, incapaz de romper esa cadencia.
Fallaba y acertaba Safiullin, un tenista lento, pero con zarpazos letales, que vio cómo la bola le acompañaba igual que en la primera ronda contra el francés Alexandre Muller.
El español, que ha ganado dos Masters 1.000 esta temporada, el primero en Indian Wells y luego en Madrid, ha llegado tocado al final del año y si la semana pasada se saltaba por problemas físicos la cita con Basilea, a la capital francesa llegaba avisando de que no se sentía al cien por cien.
Los últimos resultados ya habían hecho saltar las alarmas y los peores augurios se confirmaron en un partido que, sobre el papel, debía ganar, pero en el que no fue capaz de dejar su impronta.
El ruso jugaba a la lotería y Alcaraz apenas era capaz de responder a sus andanadas, muy fallón, sin respuestas, sin argumentos para desencadenar dudas en el campo rival.
Y eso que comenzó arreando primero en ambos sets, rompiendo enseguida el saque de su rival, que reaccionó en ambos casos raudo, lo recuperó enseguida y devolvió el zarpazo cada vez, dejando huella, pie a tierra del español, sin capacidad de reacción.
Alcaraz empieza a escribir en el Masters 1.000 de París la misma leyenda negra que durante años persiguió a su compatriota Rafael Nadal, que nunca ganó este torneo.
El murciano se marchó llorando en 2021 contra el francés Hugo Gaston, ante un público hostil que coreaba a su compatriota, que logró remontarle un 5-0 adverso.
El año pasado unos problemas abdominales le obligaron a retirarse en cuartos contra el danés Holger Rune, que acabó levantando la copa.
Para Safiullin es la victoria de su vida en su año más destacado y ahora se enfrentará a su compatriota Karen Khachanov.