Este lunes Carlos Alcaraz tuvo varios momentos de bajón en el debut de Wimbledon ante Mark Lajal. Aunque finalmente ganó los tres primeros sets, el tenista murciano no tuvo reparo en ser autocrítico en la rueda de prensa posterior al partido, donde lanzó varios mensajes de su estado físico y sus expectativas de cara al torneo.
"Estoy muy feliz de volver a la pista central y jugar en esta maravillosa cancha. Me ha sorprendido un poco mi rival. No le había visto mucho. Tiene nivel para crecer, es muy joven, tiene mi edad. Estoy seguro que le voy a ver más en el circuito y que voy a jugar contra él muchas más veces. También estoy muy contento con mi nivel porque creo que juegue un partido sólido", explicó a pie de pista.
"Es difícil comenzar el torneo, las primeras rondas son siempre difíciles y te tienes que adaptar a las condiciones. Él jugó más tranquilo. Era su primer partido de Grand Slam y jugó sin nada que perder", dijo Alcaraz en rueda de prensa.
"Los nervios son algo que espero que se vaya, pero creo que tener esos nervios es bueno si los controlas de buena manera. Si dejas que esos nervios te controlen a ti es cuando las cosas no van del todo bien. Es algo que sale natural y en cierto modo es bueno. Pienso que Djokovic, Federer, Rafa, sentían esos nervios cuando saltaban a la central. Y si lo controlas son nervios buenos", añadió.
El español ganó el duelo en tres sets, pero admitió que tiene cosas que mejorar para lo que resto de torneo.
"Me he visto bien. Me gusta siempre ser perfecto o buscar la perfección. Sé que hay ciertas cosas que tengo que mejorar, que no me he visto del todo bien, pero en el cómputo global me he visto bien. Para ser primera ronda, que nunca es fácil, me he visto a un nivel bueno", afirmó.
Una de las preguntas que más sorprendieron fue cuando recalcaron que le vieron jugar al golf el día anterior por la tardenoche. Un deporte que se ha convertido casi en una tradición para liberar tensiones cuando se acercan Grand Slams de estas dimensiones: "Siempre que puedo intento ir a jugar al golf. Es algo que me ayuda mucho a calmarme, a desconectar a nivel mental y a no pensar en el próximo partido. Me gusta estar alrededor del ambiente que se genera en el golf, creo que es precioso. Es un deporte que me apasiona y que me ayuda a estar tranquilo y no pensar en el tenis. Siempre que puedo voy a jugarlo", confesó.
Sobre el brazo, en el que llevó una protección durante toda la gira de arcilla, que se quitó al llegar a Queen's, el murciano dijo que es un asunto olvidado y que el hecho de que le dejen jugar al golf, como hizo este domingo por la noche, es signo de que ya está todo bien.
Alcaraz consiguió su octava victoria seguida en Wimbledon y avanzó a segunda ronda ante el estonio, que plantó batalla, sobre todo en el primer y segundo set. Sobre la sensación de entrar a la pista en la que hace un año fue campeón, Alcaraz fue claro: "Me sigo poniendo nervioso al jugar aquí, es la pista más bonita en la que he estado. Soy un privilegiado de poder estar aquí".