Con el tiempo en los talones...

Si las fechas se cumplen, en poco más de dos semanas se retomaría la competición, dejando a los equipos entrenar en grupo poco más de 10 días antes de volver a competir, a puerta cerrada, y pasando antes un test todos aquellos que accedan al estadio.
El Levante puede que no tenga ese problema, porque de momento, los partidos frente a Sevilla, Atlético, Betis, Real Sociedad, Athletic de Bilbao y Getafe, apuntan a jugarse lejos del Ciutat, pero como visitante, algo que no gusta a plantilla y cuerpo técnico.

Repetir en Mestalla, como ya sucedió en la temporada 1968-69, debería ser la opción más lógica, siempre y cuando el Valencia CF esté por la labor de echar una mano al club vecino, para que los 18 puntos que le quedan por jugar como local, no se tengan que disputar sin el confort (que no el calor), de tu estadio, de tu ciudad y de no tener que tragarte 6 desplazamientos más de la cuenta.
Tiempo ha tenido de sobra el club para tener una decisión tomada al respecto, y que ha fecha de hoy, esa incertidumbre siga siendo el epicentro informativo del conjunto granota, es cuanto menos preocupante. Y dejamos a un lado la ciudad deportiva, que da para otro capítulo.

Y más importante es saberlo, después de saber lo que ha pasado con la Euroliga y la Eurocup de baloncesto. Canceladas (que no suspendidas) en el día de hoy, podría suponer que esto sea el primer paso en los que Champions y Europa League se fijen, a la hora de retomar sus competiciones. A tenor de lo vivido, parece cuanto menos irresponsable, que se trasladen equipos enteros entre países, aunque sea para jugar a puerta cerrada.
De no jugar competición europea, los equipos que tenían pendiente jugar sus eliminatorias no lo harán, con lo que ello implica. Plantillas más largas y más descansadas para afrontar jornadas vitales.
El primer partido será en Mestalla, salvo sorpresa. Y para entonces, Paco López tiene que tener a sus futbolistas más que enchufados. El derbi, es una fecha  marcada en rojo para los granotas, y aunque muy descafeinado, el de esta temporada en Mestalla, será el termómetro necesario, para saber si tocará o no sufrir más de la cuenta para sellar la permanencia.