15 años después de ser los mejores del mundo
Este viernes se cumplen 15 años desde que el Valencia CF recibiera el galardón como mejor club del mundo por sus éxitos en 2004. El premio fue un 6 de marzo de 2005 cuando el Valencia, representado por la totalidad de la plantilla, cuerpo técnico y el consejo de administración, encabezado por el entonces presidente Juan Soler, recibió un domingo en el Ayuntamiento de Valencia el trofeo de la IFFHS que le acredita como mejor equipo mundial del año 2004.
El Valencia conquistó un 'triplete' histórico tras ganar el título de la Liga española, la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa. La consecución de estos tres trofeos le permitió acabar el 2004 como líder de la clasificación de la IFFHS, con un total de 274 puntos de valoración, seguido de Boca Juniors argentino, el Manchester United inglés, el Real Madrid y el Arsenal de Londres, contaban las crónicas por entonces.
José Olmo, miembro de la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol fue el encargado de entregar el galardón al capitán valencianista, David Albelda, con la presencia de Rita Barberá, por aquel entonces alcaldesa de la ciudad.
El desembarco de Peter Lim y más penas que glorias deportivas
Poco tiene que ver la situación actual del Valencia Club de Fútbol con la de quince años atrás. La crisis económica y la no refinanciación por parte de Bankia forzó la venta a Peter Lim hace cinco años, gestión que cambió radicalmente el panorama social de la entidad que ha vivido desde entonces más penas que alegrías.
De hecho, la realidad a día de hoy es bien diferente. A nivel deportivo, el equipo tras una buena primera campaña con Peter Lim en el poder y Layhoon como presidenta, coqueteó con los puestos de descenso hasta el desembarco de Mateu Alemany y Marcelino que devolvieron al club a la élite europea -dos años en Champions y la consecución de la Copa del Rey de 2019 en Sevilla, el primer título en 11 años.
Las críticas a la gestion fueron y han sido constantes y arreciaron esta temporada contra el presidente Anil Murthy y el propio Peter Lim principalmente por la incomprensión de que desarbolaran el proyecto competitivo de las dos últimas campañas al despedir de forma abrupta a Marcelino en septiembre y forzar la salida de Mateu Alemany, el mejor gerente que se recuerda en la entidad, a finales del año pasado, y también por gestos ("es lo que hay" o mandar callar a Mestalla) que han distanciado aún más a la propiedad de buena parte de la masa social del club. La viabilidad económica que ha propiciado la llegada del magnate singapurés no cala entre la afición valencianista si su política social y deportiva no va de la mano. Y mientras tanto, la afición recuerda con nostalgía una etapa que situó al Valencia CF en lo más alto de la clasificación del fútbol mundial y espera apesadumbrada que el equipo despierte de su letargo, todo y que aquellas temporadas gloriosas del doblete también fueron una época convulsa en lo social y desastrosa en lo económico
