La pegada del Valencia desarma al Espanyol

El Valencia CF dio primero en esta eliminatoria de octavos de final al imponerse con más apuros de los previstos al RCD Espanyol por dos goles a uno. Gayà y Negredo fueron los autores de los goles valencianistas y Stuani por parte del conjunto catalán.

Rotaciones sí, pero menos de las esperadas. El susto del Rayo Vallecano -y que la Copa es el camino más corto y más directo hacia un título- parecía que le había servido a Nuno Espírito Santo, que salió de inicio con cuatro, cinco si se tiene en cuenta a Gayà, de los que jugaron y vencieron contra el Real Madrid el pasado domingo. Así, con la columna vertebral inamovible -Otamendi, Parejo y Negredo- recibió el técnico portugués al Espanyol.  
El Espanyol tampoco reservó demasiado. Quería marcar como fuera y no se arrugó de inicio; pero este Valencia tiene mucha pegada y con su nuevo dibujo la gente de banda tiene una llegada mortal. Así, un centro por la banda derecha de Cancelo y mal rechazado por la defensa perica le caía a José Luis Gayà, que una vez más se había sumado al ataque. El de Pedreguer la bajó con la zurda, recortó y con la derecha la puso desde la frontal lejos del portero del Espanyol. 1-0 y todo el tiempo del mundo para sentenciar. De hecho, Parejo, a balón parado, pudo ampliar la ventaja cuando se cumplía el primer cuarto de hora.
Sin embargo, los catalanes no se arrugaron y, con Sergio García en plan estelar, fueron los que gozaron las mejores ocasiones. Un error de Yoel en el 24 a punto estuvo de propiciar el empate pero remató muy alto el ex jugador del Levante. El meta, sin embargo, se consagró en el 32 cuando sacó abajo una mano providencial para detener un disparo seco de Víctor Álvarez. El Valencia, pese a todo, no se le veía demasiado incómodo porque no le importa que le dominen, pero acabó viendo como Lucas Vázquez, a balón parado, de nuevo rondaba el gol del empate al filo del descanso.

No hay partido sin susto

Sin cambios salieron ambos conjuntos en la segunda parte y sin cambios tampoco en el panorama futbolístico. La gente, acordándose de lo ocurrido contra el Rayo, se empezaba a impacientar. Era lógico, el Valencia quería pero con más corazón que cabeza y las imprecisiones en el juego eran la tónica habitual. Un disparo a bote pronto, 'mordidita' de Álvaro Negredo desde la frontal sacó del letargo a Mestalla y al meta Pau López, que la detuvo no sin algún apuro. Pero era un espejismo. El Espanyol se veía en la eliminatoria y logró el empate en el 60'. No hay partido de Copa sin susto y éste no iba a ser una excepción. De nuevo Sergio García la ponía con tiralíneas dentro del área para que Stuani, tras recortar a Otamendi, hiciera el uno a uno ante la salida de Yoel. 
Nuno movió su banquillo y sacó de golpe a Cancelo y Carles Gil, que había actuado de mediapunta por Alcácer y Barragán -ampliamente ovacionado por Mestalla- para darle la vuelta a una situación nada apetecible pensando en el partido de vuelta. Previamente, Undiano Mallenco había anulado por fuera de juego -que era- un gol de cabeza de Dani Parejo tras centro de Cancelo. El propio Parejo dejaría su puesto a André Gomes en el 70. El técnico luso agotaba sus cambios y Negredo sus ocasiones. Pau López le sacaba de nuevo un disparo seco al de vallecas. Negredo estaba con ansia y, con Alcácer en el campo el Valencia tenía mucha dinamita arriba pero la pelota no llegaba con claridad. Demasiados slaloms sin sentido.
El Espanyol, mejor colocado, dominaba y el Valencia, más espeso que de costumbre, abusaba de slaloms sin sentido y de balones largos para que Negredo las bajara y Alcácer rematara. Así llegó el primer disparo del de Torrent en el 81 que preludiaba el penalti que hicieron sobre él propio Alcácer poco después. Córner, peinaba Negredo hacia atrás y Pau López derribaba a Alcácer. Álvaro se encargaría de transformarlo en el 85 logrando el definitivo 2-1. El Valencia mostró que mantiene su pegada intacta, pero su juego dejó mucho que desear. Pese a todo, ya tiene un pie en cuartos a poco que amarre el resultado en la vuelta dentro de una semana.