La luz no aparece al final del túnel

Ni marcando en el primer minuto (obra de Munir), ni con un gol en propia puerta del rival en el minuto 45 (Oriol Riera), ni todo el sufrimiento del mundo y una genialidad de Montoya para lograr una nueva victoria liguera. El Valencia CF de Voro sigue en crisis y aunque el técnico puso el sentido común, los futbolistas las ganas -que no la calidad- no lograron doblegar a un flojísimo Osasuna al que el empate a tres goles no les sirve para salir de la parte baja de la tabla de clasificación al tiempo que ellos, los valencianistas, no se alejan de los puestos de descenso. El Valencia parece condenado a sufrir esta liga.

El miedo se reflejaba en el rostro de los jugadores valencianistas. No ganar en Pamplona implicaba dar vida a un rival y hundirse más en el pozo. El equipo lo sabía y salió a por todas. Así, en la primera jugada, Mina se quedó sólo ante Mario y la tiraba fuera. Fue un aviso, porque a la siguiente jugada el propio Mina abría a la banda a Siqueira para que el brasileño se sacara un centro medido que Munir empalaba de volea en el punto de penalti para marcar el primer gol del partido.
Toda Valencia respiró con alivio. El ambiente, muy enrarecido en Pamplona en contra de Osasuna, jugaba a favor de un Valencia vestido de blanco y naranja que vive una auténtica pesadilla y que parece no querer abandonarla. Así, en el minuto 6, un centro sin peligro de Osasuna cayó literalmente a los pies de Mario Suárez quien, cometiendo un error impropio de un jugador como él, dejó la bola muerta en vez de despejarla. Obviamente Oriol Riera no desaprovechó el regalo y estableció el empate.
Vuelta a empezar, piernas temblando, canguelo asegurado y a sufrir. La grada de El Sadar cambió y empezó a llevar a los suyos en volandas. Así en el 17 Sergio León tuvo una clara ocasión para culminar la remontada.
La respuesta fue, cómo no, de Siqueira. El brasileño fue el mejor de los valencianistas en la primera media hora de partido. Todo el peligro de los de Voro llegó por su banda. En esta ocasión, su centro no fue rematado con éxito por Rodrigo. Con todo era Osasuna el que llevaba el peso del juego y al Valencia le costaba salir. El 3-5-2 Navarro se le atragantaba a una medular en la que ni Enzo, ni Parejo, ni Soler -un poco más adelantado- se encontraban cómodos; aunque con el canterano el centro del campo fluye algo más. Con el balón el Valencia sufre menos, pero le cuesta tenerlo y mucho más mantenerlo.
Rodrigo en el 33 la tuvo Rodrigo que, fiel a su tradición, la mandó a las nubes. ¡Qué impotencia produce ver a este jugador!. El partido entró en una fase en la que ningún equipo parecía capacitado a doblegar al rival y cuando el Valencia enfilaba el camino de vestuarios, Parejo sacó un córner sin apenas peligro y Oriol Riera, intentando defender el centro, cabeceó en el primer palo marcándose el gol en propia puerta.   

Sale Lato, el segundo canterano a escena

Fundido Siqueira tras el descanso dejó su puesto a Lato. El segundo de los canteranos a escena. Voro lo tenía claro. Y lo cierto es que el Valencia seguía sufriendo por la banda derecha, dónde Munir no hacía las coberturas ni apoyaba a Montoya como debiera. Eso provocó una gran jugada de Clerc y una mejor estirada de Alves.  
El Valencia a nivel técnico es superior. Con la pelota en los pies era mejor, pero sin ellas sufría de lo lindo, en especial en defensa. Así llegaría el empate de Osasuna. Un nuevo centro desde la derecha mal despejado por el Valencia caía en las botas de Roberto Torres, que tiró una vez, y cogió su propio rebote para empalarla lejos del alcance de Alves. El partido cumplía su primera hora de partido y el empate no valía para nadie.  
Lato le robó el 3-2 a Roberto justo antes de que Voro sentara a un desacertadísimo Rodrigo por Nani, que volvía tras la lesión. Quedaban 20 minutos y el equipo se reactivó. Montoya inició la jugada, se asoció con Parejo, después con Munir y éste le puso el pase en profundidad para que el lateral batiera por bajo a Mario como si de un auténtico especialista se tratara.   

Enzo mal y Parejo falla un penalti

Enzo Pérez parecía empeñado en darle vida a Osasuna. Perdía balones, buscaba la amarilla, llegaba tarde a los cruces y provocaba ocasiones en contra. Lo del argentino clama al cielo. Está fatal y sólo la escasez de jugadores del primer equipo en la medular explica sus titularidades y su presencia en el equipo. 
El partido estaba roto, pero o el Valencia lo sentenciaba, o se le iba a escapar. Así, al fin, en una contra conducida por Munir, Mina encaraba a Oier y forzaba el penalti. El Valencia tenía ante sí la posibilidad de sentenciar. Parejo, sin embargo, tiró flojo y Mario le acertó el disparo.
La parroquia valencianista tendría que sufrir unos minutos más y Voro apostó por el tercero de la  Quinta del Biberón, Sito, que sentó a Munir. Aún tuvo una contra más el Valencia para ampliar su renta, pero el electrónico sólo se movería a favor de Osasuna. En el minuto 91 nuevo jugadón de Clerc que luce con De Las Cuevas una gran pared, antes de presentarse sólo frente a Alves y batir el 3-3. El empate alegró al Sadar pero hundió al Valencia. 
Al final, un empate, sufrido, peleado pero que no le hace cortar una pésima racha y no le aleja de los puestos del descenso. El Valencia sigue condenado a seguir sufriendo.   
 
 


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