Carlos Soler se corona en Mestalla

El Valencia CF venció por tres goles a dos goles al Celta de Vigo tras un partido que se le puso cuesta arriba bien pronto, ya que el Celta se adelantó en el marcador en el minuto 15 gracias a un gol de Cabral aprovechando un error de Diego Alves. A partir de ahí, los de Voro fueron mejores y con Cancelo, Carlos Soler y Zaza como futbolistas más destacados, lograron remontar con los tantos de Dani Parejo, en las postrimerías de la primera mitad, y de Munir en la segunda. Cuando Mestalla se frotaba las manos, Aspas exageró un contacto de Carlos Soler en el área y transformó la consiguiente pena máxima estableciendo el 2-2 en el electrónico. El nuevo Rey de Mestalla, sin embargo, lo arreglaría seis minutos después con una vaselina magistral para lograr el definitivo 

El conjunto de Mestalla salió a por el partido desde el principio. Quería resolver y agradar a los suyos por la vía rápida. La temporada ha sido tan mala que no está el horno para bollos. El equipo colgó balones al área del Celta y lo encerró. Con todo, la ocasión más clara fue un disparo de Parejo, que se fue desviado por poco. 
Zaza se desfondaba, el equipo apretaba y Orellana de segunda punta trataba de vacunar a su exequipo sin suerte; justo lo contrario que los vigueses, que a las primeras de cambio se encontraron con el gol gracias a una cantada de Diego Alves. Wass sacó una falta lateral, el meta salió a por uvas y Cabral remató de cabeza a placer. Había transcurrido un cuarto de hora.
Alves lo arreglaría, en parte, poco después, cuando detuvo una contra del Celta culminada por Iago Aspas tras una pérdida de Enzo Pérez en la medular. Aún así, Mestalla comenzaba a inquietarse, a molestarse, a rabiar, a estallar. Los mismos jugadores que hace tres días se permitían el lujo de reprenderles, ahora perdían en casa y estaban más cerca de encajar el segundo, que de enjugar su ventaja.  
Los silbidos espolearon al equipo, que en el 27 pudo empatar la contienda. El tiro forzado de Zaza, sin embargo, fue despejado por Sergio Álvarez. 

Precioso gol de tiralíneas

Un slalom de Carlos Soler con disparo mordido al final y una combinación del canterano con Zaza precedieron la preciosa jugada del empate. Zaza bajó el balón, de tacón se la puso a Cancelo y éste hizo el pase de la muerte para que Parejo, llegando desde atrás, marcara el empate. Mestalla se reencontraba con el lateral y con el equipo.

Faltaba el 'golito' de Zaza para que la noche fuera completa. Y el italiano lo intentó por lo civil y lo criminal. Mestalla disfruta con las carreras alocadas y las presiones desesperadas del espigado delantero, pero como el niño que empieza a andar, sufre y sonríe a partes iguales cuando sus acciones no acaban con el deseado tanto.

Carlos Soler, el rey de Mestalla

Y es que, la segunda mitad comenzó casi como acabó la primera, con Cancelo gustándose, Zaza peleando y Carlos Soler haciendo una ruleta espectacular, a la que Mestalla respondió con una sonora ovación.
De las botas del joven centrocampista nació una nueva ocasión diez minutos después. Nuevo sprint y centro medido a la cabeza de Orellana quien, lejos del marco, remató flojo.
Cancelo, en la enésima internada por su banda, se sacó un zapatazo que el meta Sergio Álvarez despejó con ayuda del poste. El portugués cuajó ante el Celta su mejor partido de toda la temporada. Necesitaba que lo espolearan y es otro.    

Lato sale, asiste y Munir marca

Siqueira, fundido, dejó su puesto a Lato. Mestalla lo agradeció y el joven lateral no lo desaprovechó. A los tres minutos recibió un pase en profundidad de Enzo Pérez y se sacó una asistencia milimétrica para que Munir, desaparecido durante todo el partido, anotara a placer.
Con el 2-1, Voro sentó a Zaza, fundido, que se marchó ovacionado por el respetable. Otro luchador como Santi Mina le sustituyó. Berizzo hizo lo propio y puso en liza a Rossi. La jugada le salió redonda.

Soler, Rey de Mestalla

Parecía todo resuelto, pero en una contra el Celta volvió a igualar la contienda. Aspas exageró de forma acrobática un contacto de Carlos Soler en el área y el árbitro señaló el punto fatídico. El delantero internacional no perdonó e igualó a falta de diez minutos para el final.  
Sin embargo, el nuevo Rey de Mestalla arregló el desaguisado seis minutos después. Recibió un pase en profundidad de Enzo Pérez y logró el 3-2 definitivo con una maravillosa vaselina ante la salida de Sergio Álvarez. Mestalla, rendida, se postró a los pies del chaval de Bonrepós que sigue la estirpe de los grandes, que ante el Celta capitaneó al equipo a la victoria y que fue despedido con aplausos.   
 
 
 

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