Sangre, sudor y Jaume para llegar a semifinales

El Valencia CF estará en el bombo de semifinales a pesar de haber perdido por 2-1 en el tiempo reglamentario. Los de Mestalla necesitaron la tanda de penaltis, a pesar de ser mejores en la prórroga para superar a un combativo Alavés y hacer bueno el 2-1 logrado en Mestalla hace una semana. El Valencia sufrió ante un conjunto vasco muy superior y que se adelantó en el marcador en el 71 gracias a Munir. Sin embargo, cinco minutos después, Mina en el primer balón que tocaba, establecía el 1-1. Cuando los de Marcelino se frotaban las manos, Sobrino hizo el 2-1 que forzaba la prórroga y los penaltis. Jaume, el héroe, detuvo dos penas máximas, Rodrigo, Mina, Gayà no fallaron y el Valencia estará en el bombo el viernes. 

Marcelino saltó al terreno del juego sin reservas, con un once dispuesto a sentenciar la eliminatoria y meterse en semifiinales por la vía rápida. Jaume; Montoya, Paulista, Vezo, Gayà; Guedes, Kondogbia, Parejo, Maksimovic; Vietto y Zaza eran los encargados de hacer valer el 2-1 de la ida y aguantar el empuje vasco que, en cinco minutos ya había forzado dos córners. 
El asedio era total y el Valencia no acertaba a sacar el balón controlado. Los de Marcelino apenas acertaban a despejar el peligro a balonazos y así es muy difícil generar peligro. Por si faltara algo, en una jugada aislada en la que subió a rematar, Paulista al caer se lesionó en el tobillo, teniendo que abandonar el terreno de juego. Sólo quedaba Garay, el único central sano para la Liga, y que nada más salir tocó un balón con la mano que Álvarez Izquierdo quiso interpretar como involuntaria. 
El Valencia estaba enfadado, descolocado y superado por su rival. No tenía el balón y sufría las constantes acometidas del rival. A la contra lo intentó, sin demasiada eficacia y numerosos fallos. Guedes no tenía su día y Zaza y Vietto apenas olían la pelota. Solo en los instantes finales de la primera mitad el equipo dio sensación de poder generar algo de peligro. Con todo, lo mejor fue llegar al descanso sin haber encajado ningún gol.   

Dos paradones de Jaume inauguraban una segunda mitad que se preveía como la primera: El Alavés atacando y el Valencia defendiendo. El gol se mascaba y un tanto dejaba fuera al Valencia. De hecho, llegó en el 57, pero tras una falta clarísima de Guidetti sobre Gayà.     
Marcelino dijo basta y sacó a Rodrigo por Vietto para ver si enderezaba el partido. El internacional español es el jugador más en forma del equipo y su aportación se antojaba ser decisiva para estar en semifinales. Pronto empezó a combinar con Guedes y Zaza y las sensaciones cambiaron tímidamente.    

El partido se vuelve loco

El cansancio también empezaba a pasar factura a los de Abelardo. Llevaban una hora apretando y, tarde o temprano, debían ceder en su empeño. Gracias a ello en el minuto 69 llegó el primer remate entre los tres palos del Valencia. Maksimovic centró desde la derecha y Guedes la empalmó tras acomodársela con el pecho. A la jugada siguiente fue Kondogbia el que la estrelló en el palo.
Pero el fútbol es tan cruel que, cuando más cerca lo tuvo el Valencia, llegó el gol vasco. Abelardo hizo un doble cambio y acertó. Sacó a Hernán Pérez y Munir y, al minuto, de cabeza marcó el 1-0. El Valencia estaba eliminado. Le quedaban veinte minutos para empatar. 
Y puestos a ser crueles, Marcelino y Mina se llevaron la palma. El técnico sacó a Mina en el 76 y, como está tocado por la varita de los dioses, en el primer esférico empató. Parejo despejó en largo tras un saque de banda del Alavés en campo del Valencia, Zaza la peleó, se la dejó a Mina que enfiló solo hacia la meta rival y batió a Sivera por bajo. Era la locura.

A la prórroga

El Alavés no bajó los brazos y aún sacó fuerzas de la flaqueza para forzar la prórroga. El gol llegó tras un saque de falta colgado al área que Vezo no acertó a despejar. Jaume se quedó clavado y Sobrino fusiló desde el área pequeña. La eliminatoria se tendría que decidir en la prórroga.
Montoya, con dos internadas, lanzó al Valencia en los minutos iniciales del tiempo extra. Guedes, de lejos, lo intentaba. Sivera, esta vez, no se la tragó como en Mestalla. 
Kondogbia  comenzó la segunda mitad de la prórroga cojeando, pero el Valencia estaba mejor que el Alavés y Rodrigo tuvo una buenísima ocasión para sentenciar la eliminatoria. Su balón se estrelló en el larguero tras colarse por bajo de las piernas de Sivera. Una lástima. Poco después era Mina quien, de tacón, probaba los reflejos de Sivera.
Montoya, con la izquierda, disparó alto por poco en el último suspiro de la prórroga, pero ni por esas. Nadie ni nada impediría que la eliminatoria se decidiera en la lotería de los penaltis. 

Jaume, el héroe

En la tanda definitiva, Jaume detuvo dos penaltis, Sobrino tiró un tercero fuera y Rodrigo, Mina y Gayà no fallaron, por lo que el Valencia se clasificó para semifinales a pesar de que Kondogbia, que acabó destrozado por el cansancio, falló. Esta semifinal a los de Marcelino, que no quiso ni mirar, les puso al límite de sus fuerzas.  

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com