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La de 1971, cuarta de las seis que tiene el Valencia en sus vitrinas, llegó tras las tres primeras conseguidas en la década de los cuarenta, cuyos protagonistas ya han desaparecido.
La de 1971, cuarta de las seis que tiene el Valencia en sus vitrinas, llegó tras las tres primeras conseguidas en la década de los cuarenta, cuyos protagonistas ya han desaparecido.
Por el contrario, la mayoría de los integrantes del equipo campeón de 1971, muchos de los cuales residen en Valencia, todavía se deja ver por las calles de la ciudad o en el campo de Mestalla cuando juega el equipo.
La Liga del 71 truncó una racha de veinticuatro años de sequía en esta competición y dio paso a un periodo de 31 hasta el título siguiente, obtenido en 2002.
En el verano de 1970, el Valencia era un equipo consolidado en Primera División, que habitualmente acababa el campeonato en la zona alta de la tabla, pero que llevaba muchos años sin rozar la posibilidad de ser campeón.
El presidente del club, Julio de Miguel, y el gerente, Vicente Peris, pensaron en Alfredo di Stéfano como entrenador de cara a la campaña 70-71.
El presidente del club, Julio de Miguel, y el gerente, Vicente Peris, pensaron en Alfredo di Stéfano como entrenador de cara a la campaña 70-71.
Esta incorporación revolucionó en cierta forma al equipo ya que causaron baja jugadores como Waldo Machado o Vicente Guillot, buques insignia del Valencia en la década de los sesenta.
El club renovó la plantilla con la llegada de jugadores clave para el siguiente proyecto como José Vicente Forment, Óscar Riben Valdez, Carlos Pellicer o Sergio Manzanera, todos ellos titulares en posiciones ofensivas, además de con Enrique Claramunt y Gabriel Uriarte.
El club mantuvo un bloque defensivo excepcional con Ángel Abelardo en la portería y defensas de la entidad de Aníbal y Antón -quienes junto a Abelardo jugaron todos los partidos del campeonato- y a los que se unieron el recientemente fallecido Fernando Barrachina, así como Sol, Tatono, Vidagany o Jesús Martínez.
En la medular continuaron Pepe Claramunt, Poli y Paquito y en ataque siguieron, aunque con poca presencia en las alineaciones, Ansola, Fuertes, Jara o Nebot.
El Valencia fraguó su éxito en el potencial defensivo, ya que solo recibió diecinueve goles en treinta partidos, en los que únicamente acumuló cinco derrotas.
El Valencia fraguó su éxito en el potencial defensivo, ya que solo recibió diecinueve goles en treinta partidos, en los que únicamente acumuló cinco derrotas.
Su solidez en Mestalla y la capacidad para no perder a domicilio contribuyeron al título con nueve victorias por 1-0 y solo seis por más de un gol de ventaja.
Aquel campeonato tuvo partidos clave tras las dos derrotas sufridas en las tres primeras jornadas. En octubre, el Valencia ganó con autoridad en el Camp Nou (0-2) y en el estreno de la segunda vuelta, ya en enero, no dio opciones al Real Madrid en Mestalla (1-0).
Para entonces, el Valencia era un candidato al título. Estuvo trece partidos sin perder, Abelardo era el "parapenaltis" del campeonato y la fortaleza del equipo era tal que una derrota contundente por 3-0 en Madrid ante el Atlético no desmoralizó a la plantilla.
Ya en el tramo final fueron clave los dos partidos consecutivos ganados in extremis, en casa por 2-1 al Celta con gol de Forment y por 0-1 en la Creu Alta ante el Sabadell, con tanto de Antón.
Una victoria ante el Elche en Mestalla en el penúltimo encuentro hizo que el Valencia dependiera de sí mismo para ser campeón en el último partido que se iba a disputar en Sarriá ante el Espanyol el 18 de abril de 1971, domingo de Pascua.
Los cronistas de aquella Liga recuerdan que en Barcelona el Valencia perdió una batalla pero ganó la guerra, ya que su derrota por 1-0 estuvo acompañada de un providencial empate a uno entre el Atlético de Madrid y el Barcelona, que dio el título a los Mestalla.
Ahora 45 años después, el Valencia mantiene la asignatura pendiente de repetir ese tipo de gestas, para lo que previamente necesita conformar un equipo acorde a estas exigencias de cara a la próxima campaña, tras estar a punto de cerrar en la 2015-2016 una de las más discretas de su historia.
