23 años de la humillación de Karlsruher
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Este miércoles se cumplen exactamente 23 años de una de las humillaciones más duras que ha sufrido del club de Mestalla en su historia. El 2 de noviembre de 1993, el Valencia CF fue humillado en Karlsruher con una goleada por 7-0. Sin duda, uno de los recuerdos más amargos para toda una generación de valencianistas que difícilmente podrán sacarse una espina tan profunda como la que dejó aquella actuación de los hombres de Guus Hiddink.
Una de las páginas más negras de la casi centenaria historia del club se vivió en el Wildparkstadion ante el Karlsruher SC, en donde se acabó el sueño de la Copa de la UEFA en 1993. En aquella eliminatoria el Valencia dio la cara en Mestalla, pero en la vuelta el conjunto alemán borró del mapa a los ché y el bochorno se apoderó de muchos aficionados que aún recuerdan aquellos cuatro goles de Edgar Schmitt que fueron una losa.
Toda una humillación que culminó con 25.000 gargantas alemanas entonando el ¡Viva España! a modo de burla
El equipo valencianista lo intentó durante los primeros minutos pero las circunstancias sobrepasaron a los jugadores blanquinegros que no dieron la talla y se derrumbaron ante la insistencia teutona. Toda una humillación que culminó con 25.000 gargantas alemanas entonando el ¡Viva España! a modo de burla.
Tras aquel episodio bochornoso, el Valencia se reinventó y echó tierra encima de la hoguera con años ganando títulos y formando el mejor Valencia de la historia tan sólo una década después, pero lamentablemente, los fantasmas del pasado volvieron a hacer acto de presencia con otro ridículo como el que se produjo en el Camp Nou en las semifinales de Copa del Rey en otro ridículo partido en el que el Valencia CF también encajó un contundente 7-0, el cual desató la irá de los aficionados valencianista en una campaña para olvidar.
Así pues, lo de Karlsruher es parte de la historia valencianista por mucho que le pese al sentimiento valencianista y en un día como este 2 de noviembre, la memoria volverá a recorrer aquellas líneas pasadas. Algo que no debe ser olvidado para que no vuelva a repetirse.
