La respuesta pucelana debe ser contundente
Las cuentas eran claras en el Real Valladolid. El equipo debía sumar un mínimo de cuatro puntos de los nueve que se ponían en juego en esta larga semana de juego y competición con tres partidos en el horizonte.
Entre las visitas de la Real Sociedad y Sevilla FC y el viaje al Estadio de Butarque, los de Sergio González debían lograr, como poco, una victoria. Se debía conseguir un tercio del plan de salvación establecido por el cuerpo técnico para poder respirar con tranquilidad, todo aquello que se perdió en la derrota (1-0) en Leganés.
El gol de Guido Carrillo en el tiempo de añadido lleva al Pucela a una situación límite. Dejando a un lado la clasificación y asegurando que la única ambición y necesidad del equipo son sus propios resultados, mejoras y exigencias, el equipo blanquivioleta tiene la necesidad de conseguir en el próximo partido una victoria.
Sin paños calientes
Ya no valen excusas ni paños calientes. El Real Valladolid debe ganar al Sevilla este fin de semana. Es un partido determinante porque caer a la zona de descenso puede ser la perdición del Pucela y todo hace indicar que sin ganar a los de Joaquín Caparrós, el gran miedo blanquivioleta será real.
Con ansiedad o sin ella, con nervio o sin él, con crispación o con confianza… da igual. La visita del Sevilla FC al Nuevo Estadio José Zorrilla este domingo es un encuentro determinante para el Pucela. Lo es por sus cuentas, su ambición, su necesidad y su realidad. El equipo debía conseguir un triunfo en esta semana de competición y, ahora, tras la derrota en Leganés, más todavía. La respuesta pucelana tras el duro gol pepinero debe ser contundente y segura.
