Doble preocupación

La imagen del Real Valladolid en el Estadio Ramón de Carranza no fue buena, nada buena. A los errores repetitivos de los primeros minutos hubo que unir esta vez la flagrante falta de ideas mostrada por el conjunto de Luis César Sampedro durante todo el partido en tierras gaditanas. Hubo mucha posesión, pero nada de fútbol para intentar al menos igualar el tanto inicial de Álex Fernández, que terminó valiendo su peso en oro.

Sin embargo, esto no es lo más grave. Después del choque, desde el entrenador hasta los jugadores que atendieron a los medios vallisoletanos desplazados, ElDesmarque entre ellos, ofrecieron un discurso demasiado conformista, asegurando que se había hecho un buen partido en Cádiz. Es algo que no llego a comprender y que me preocupa aún más. No solo no se da buena imagen, sino que no se reconoce. Cero autocrítica. Mal camino si se quiere poner solución a los problemas del actual Pucela.