El Melilla empata la serie

No hubo segunda machada en el Pabellón Javier Imbroda. El Carramimbre Ciudad de Valladolid cedió en el segundo encuentro de la serie ante un enorme Melilla Baloncesto (76-70) y un descomunal Caleb Agada (34 de valoración). Los de Paco García firmaron un buen encuentro, pero la calidad de los locales acabó decidiendo el segundo punto de una serie que llegará igualada al Polideportivo Pisuerga.

Gantt lidera a un descarado Carramimbre

Tras conseguir la victoria en el partido inaugural de la serie, el Carramimbre
volvía a salir con el cuchillo entre los dientes en busca de una segunda
machada en el Javier Imbroda. Lejos de pensar que los deberes ya estaban
hechos a domicilio, el conjunto carmesí realizaba una buena puesta en escena
para avisar de sus intenciones. Bajo la batuta de un Óscar Alvarado que
imponía un ritmo endiablado a la contienda, aparecía Greg Gantt con su fusil
para anotar dos triples y otorgar las primeras rentas a los vallisoletanos (5-9).
La dirección de uno y el acierto del otro, eran el preludio del desarrollo de un
primer periodo de color carmesí.

Con Seydou Aboubacar partiendo de titular y rindiendo bien durante los
primeros compases, el Ciudad de Valladolid obligaba a Alejandro Alcoba a
solicitar un tiempo muerto muy tempranero (con 5:57 restantes) después de un
parcial inicial de 5-12. La intensidad defensiva de los castellanos permitía al
base canario correr al contraataque y desarbolar a un Melilla Baloncesto lento
en las transiciones defensivas y que encadenaba varios minutos sin poder anotar.

Los locales, sin embargo, mejoraban con las entradas de Agada y Felipe dos
Anjos para responder con un 7-0 que rompía Greg Gantt con su tercer triple (11
puntos y tres cuartos desde la larga distancia) para concluir el primer acto (17-19).

Paco detiene el choque

Ni siquiera el parón detenía al escolta floridano, que abría el segundo periodo
como lo terminaba: anotando. Los melillenses, incapaces de frenar al estadounidense, optaban por el músculo para dominar a un Carramimbre que
acusaba la falta de centímetros. Vasilije Vucetic entraba en escena y se echaba el equipo a la espalda para revertir las tornas y obligar a Paco García a pedir un
tiempo muerto que devolviese el nivel defensivo a los suyos (31-30 con 5:45
para llegar al descanso).

Sin muchas opciones para el juego interior, el técnico vallisoletano apostaba por
la velocidad y la verticalidad de la segunda unidad, la cual comandaban Mike
Torres y Jonathan Kazadi. Los dos exteriores tomaban el testigo de Greg Gantt
para mantener el nivel anotador, a pesar de que con el paso de los minutos
cada vez era más difícil. Los de la Ciudad Autónoma habían impuesto una
marcha más en la faceta defensiva y comenzaban a ver el aro con facilidad al
otro lado de la cancha. Y aun así, el Carramimbre, combativo e incapaz de
salirse del partido, encontraba oxígeno con los puntos al contraataque y resistía el arreón de los locales para cerrar una primera parte tremendamente igualada y
disputada (38-37).

Agada impone su ley

En 20 minutos, el Carramimbre había mostrado su descaro y su intención de
buscar la segunda victoria a domicilio y ni mucho menos conformarse con la
primera. Eso sí, la imperiosa necesidad de vencer de los locales también había
quedado patente, aunque los vallisoletanos no permitían que esas ganas se
tradujesen en diferencias de tanteo.

Así, sin tregua alguna, el Melilla Baloncesto y el Carramimbre volvían a la carga
en un tercer periodo en el que ninguno lograba imponer su ley al otro. Ni los
locales, liderados por Caleb Agada y Stojan Gjuroski; ni los visitantes, sustentados por los puntos de Greg Gantt y Mike Torres, fueron capaces de despegarse en el marcador lo más mínimo y encaraban los últimos 10 minutos con todo por decidir (56-54) tras una gran canasta de Álex Reyes sobre la bocina.

El cacereño, que venía de ser el MVP en el primer encuentro de la serie, había
tenido que esperar hasta ese tercer cuarto para sumar sus primeros puntos de
la tarde, algo que acusaba el equipo castellano. Sin un relevo claro para los
puntos de Greg Gantt en la primera mitad más allá de la actuación de Mike
Torres, al Carramimbre CBCV se le ponía cuesta arriba la contienda en los
primeros compases del último asalto. Los errores y la defensa, en esta ocasión,
no marcaban las diferencias a favor de las ardillas.

A rebufo

Caleb Agada continuaba con su particular exhibición para colocar a los suyos con máxima ventaja a falta de cinco minutos (67-59). El canadiense, que también
firmaba un buen encuentro en la jornada inaugural, desarbolaba completamente la defensa de un Carramimbre CBCV al que ni siquiera le surtía efecto la zona,
como sí ocurría el pasado jueves. Su recital fue el principal impedimento para el
segundo triunfo vallisoletano.

En esta ocasión, eran los melillenses quienes estaban más acertados en
los últimos minutos del partido y, a pesar de que las ardillas se mantenían a
rebufo (74-69 a falta de 1:20), la victoria acababa cayendo para los de la Ciudad
Autónoma. Los de Paco García llegaban a gozar de dos posesiones para haber
forzado aún más en la recta final, pero la buena labor defensiva de los locales
acaba dilapidando las opciones de los carmesí para terminar poniendo la
igualada en la serie (76-70).

Ficha técnica

76 - Club Melilla Baloncesto: Josep Franch (10), Txemi Urtasun (6), Juan
Rubio (5), Stojan Gjuroski (15), Darko Balaban (0) -quinteto titular-. También
jugaron: Luis García (-), Javi Marín (0), Alberto Artiles (-), Felipe Dos Anjos (8),
Vasilije Vucetic (11), Caleb Agada (21) y Jonathan Gilling (0).

70 - Carramimbre CBC Valladolid: Óscar Alvarado (4), Greg Gantt (20), Álex
Reyes (7), Jubril Adekoya (4), Seydou Aboubacar (4) -quinteto titular-. También
jugaron: Mike Torres (18), Álvaro Reyes (-), Jonathan Kazadi (9), Daniel
Astilleros (2), David Fernández (-), Sergio de la Fuente (2) y Carlos Novas (0).

Parciales: 17-19, 21-18 (38-37 al descanso), 18-17 y 20-16 (76-70 al final).

Árbitros: Zafra Guerra, Caamaño Muñoz y Fernández Carretero.