Un premio menor

El VAR nuevamente priva de una sonrisa completa al Real Valladolid. La visita de la Real Sociedad al Nuevo Estadio José Zorrilla quedará marcada siempre por el tanto anulado a Kiko Olivas al borde del final del partido. Los de Sergio González pudieron conseguir una victoria trascendental pero Alberola Rojas vio ilegal un tanto que hubiera definido el partido y, posiblemente, la temporada del Pucela.

Marcado en rojo desde hace semanas, el encuentro ante la Real Sociedad no era uno más para el Real Valladolid, y más aún teniendo en cuenta el resto de resultados de la jornada. Sergio González, consciente de ello, optó por volver a su clásico 4-4-2 y brindarle la titularidad al revulsivo que dio pie al espíritu de Ipurúa: Daniele Verde.

El napolitano iba a ser el compañero de Sergi Guardiola en la punta de ataque, con Keko Gontán y Óscar Plano en las bandas escoltando a Rubén Alcaraz y Anuar Tuhami, encargados de la sala de máquinas. Con la clásica línea de cuatro atrás, al Pucela le tocaba plasmar su necesidad de victoria desde el inicio. Y vaya si lo hizo.

Premio... y poco más

Tal fue el ímpetu con el que salió el conjunto blanquivioleta al campo, que, aunque apenas había transcurrido un minuto de juego, a punto estuvo de ponerse por delante en el marcador. Keko Gontán se plantó solo ante Gerónimo Rulli y fue capaz de driblar al guardameta, pero no estuvo rápido para definir a placer y la zaga donostiarra desbarató una ocasión manifiesta. El Pucela perdonó a las primeras de cambio, pero esos 60 segundos bastaron para demostrar el ansia de victoria que Sergio González había impregnado a sus pupilos.

El extremo de Brunete, lejos de venirse abajo por la oportunidad errada, se empeñó en redimirse y se convirtió en el protagonista absoluto de los compases iniciales del partido. Un peligroso centro que nació de sus botas estuvo a punto de encontrar a Sergi Guardiola, pero el punta local no consiguió rematar por centímetros en lo que significaba el segundo aviso para los de Imanol Alguacil.

No iban a llegar más advertencias. Un mal despeje de la zaga visitante acabó en las botas de Keko Gontán quien, dentro del área y a pesar de la acumulación de jugadores, fue capaz de batir a Gerónimo Rulli con un derechazo cruzado y seco que se tradujo en el 1-0.

Con la confianza del tanto inicial, el Real Valladolid buscó dar otro paso adelante para asfixiar a la Real Sociedad con una presión alta y arriesgada, pero fue algo efímero. Los de Sergio González dificultaron la salida de balón donostiarra durante varios minutos, pero los visitantes acabaron encontrando la llave para liberarse del cerrojo y hacerse con el mando del partido. Sin Míchel Herrero y con un Daniele Verde absolutamente desaparecido, los locales se vieron abocados a refugiarse atrás.

Los de Sergio González se fueron diluyendo con el paso de los minutos a la par que se agrandaba la presencia de un Mikel Oyarzabal que capitalizó la posesión y el peligro de los suyos. La Real Sociedad aprovechó los metros cedidos y fue creciendo paulatinamente hasta acabar encerrando a un Real Valladolid que aguantó el tipo como buenamente pudo y que no volvió a inquietar a Gerónimo Rulli en toda la primera mitad.

A pesar de no disponer de ocasiones claras, los txuri-urdin acosaron al Pucela antes del descanso, pero la zaga local, liderada por un Javi Moyano colosal por alto, y Jordi Masip, rayaron a un gran nivel para desbaratar todas las acometidas hasta que finalizó la primera mitad. Salvados por la campana, los de Sergio González se retiraban a vestuarios con un botín muy valioso pero una inercia que no presagiaba nada bueno.

Perdón y redención

El técnico catalán, consciente de los problemas que estaba sufriendo su equipo, optó por dar entrada a Míchel Herrero y retirar a un Daniele Verde que, de nuevo, desaprovechaba una titularidad. Así, la presencia del centrocampista valenciano cambió la imagen de un Pucela que estuvo a punto de anotar el 2-0 en los primeros compases de la segunda parte.

Un remate a bocajarro de Anuar Tuhami, tras un centro raso de Nacho Martínez, obligaba a Gerónimo Rulli a realizar una gran parada sobre la línea de gol y a mantener con vida a una Real Sociedad que, igual que al comienzo del partido, volvió a salir dormida al terreno de juego.

De hecho, el centrocampista ceutí gozó de una segunda ocasión pocos minutos después, pero su disparo cruzado no encontró portería. Con Míchel Herrero el Pucela fue otro equipo meridialmente distinto al de la primera mitad, aunque la propuesta ofensiva no se tradujo en goles.

Imanol Alguacil, sabedor de que apenas le quedaban 20 minutos para arañar algo de Zorrilla, quemó sus naves dando entrada a Willian José. Sergio González no tardó en reaccionar y movió ficha retirando a Keko Gontán, ovacionado, para sellar la banda derecha y apuntalar la defensa con Antoñito Regal. La teoría, sin embargo, no llegó a la práctica y los planes se trastocaron a los pocos segundos, cuando en el minuto 80, Mikel Oyarzabal ponía el empate a uno con un testarazo soberbio que no pudo detener Jordi Masip.

De nuevo el VAR

El tanto del equipo vasco sentó como un jarro de agua fría al Nuevo Estadio José Zorrilla pero aumentaría su disconformidad tras ver a Alberola Rojas anular un tanto a Kiko Olivas. El '4' ponía en ventaja al equipo blanquivioleta tras llegar al minuto 85 pero el VAR volvía a salir en escena para privar al Real Valladolid de un gol, una victoria y un punto de inflexión.

Con 30 puntos, la igualada obtenida en la visita de la Real Sociedad es insuficiente para un equipo que ve este punto como un premio menor en su pelea por salir de la zona más peligrosa de la clasificación.