Atrevido adiós a 2016

Y la Copa del Rey 2017 terminó para el Real Valladolid. Ya no con el insuficiente empate en el Estadio de Anoeta sino, también, en el encuentro de ida en el Nuevo Estadio José Zorrilla. La derrota (1-3) en tierras pucelanas dejaba muy marcada la eliminatoria en favor de los de Eusebio Sacristán. Tras el duelo dos semanas antes el equipo vasco tenía muy a favor la eliminatoria y con ello fue suficiente para la dinámica vivida en el partido. Pese a que la previa indicaba que el conjunto pucelano no tenía nada que perder, el tempranero gol de Juanmi Jiménez decantaba el duelo y, por supuesto, la eliminatoria.

 
Para este duelo con una supuesta ambición inicial pero sin grandes exigencias para el Real Valladolid, Paco Herrera formaba con un esquema novedoso. Con cinco centrocampistas en el once titular, el 'pentágono' de Anoeta dejaba dudas en la propuesta del entrenador pacense. Al rombo inicial pucelano se sumaba Sergio Marcos. El '10 añadía calidad y dominio del balón a una propuesta pucelana con mucho nombre en la creación pero, nuevamente, en inferioridad en los extremos y en la zona ofensiva.
Pese a que la propuesta inicial no fluía, el equipo supo mantener el estilo y la idea. Con los cambios de la segunda parte y la gran actuación de Raúl de Tomás el Real Valladolid dice adiós a la presente edición de la Copa del Rey con buena imagen, la misma que ha defendido en los cuatro encuentros de la temporada ya que, con mejor o peor resultado, los de Paco Herrera han firmado 390 minutos coperos de alta esperanza e ilusión.

Total dominio local

Con una versión peculiar del Real Valladolid y varios hombres titulares y de peso en la propuesta de la Real Sociedad, el partido comenzaba por los derroteros esperados. El equipo local era dueño y señor del partido y de los tiempos de éste. William José podía abrir el marcador a los pocos minutos de comenzar pero no sería hasta el minuto 12 cuando Juanmi Jiménez, autor de un doblete en la ida, rompía la igualdad inicial. Una jugada exterior liderada por el exblanquivioleta Yuri Berchiche se alojaba en la meta de Pau Torres cerrando muy pronto cualquier posibilidad para un equipo pucelano sin dominio de balón ni del juego.
Los intentos visitantes se basaban en pequeños contragolpes. Poco efectivos y muy aislados como el que definía Raúl de Tomás a los pocos minutos del primer tanto del partido. Su jugada individual pudo terminar en el primer gol del partido pero un toque de Iñigo Martínez, no visto por Undiano Mallenco, eliminaba la posible esperanza del equipo vallisoletano. Segundo golpe para ver posible la posible remontada pucelana. Una utopía antes de inicio y un imposible tras los primeros 30 minutos de partido.
El duelo daba un pequeño giro con el tramo final de la primera parte el equipo de Paco Herrera pelearía la posesión algo más a los vascos y llegaría a tener buenas combinaciones en campo contrario. El Real Valladolid aumentaría su sensación de peligro y, con ella, conseguiría anotar. No sería Raúl de Tomás, única referencia blanquivioleta, sino Mikel González, defensa donostiarra. Un centro de Alex López era desviado por el futbolista y el Pucela llegaría, gracias a  él, esperanzado al tiempo de descanso. Lejos de la clasificación pero más cerca, a nivel de marcador, de la victoria. El primer objetivo del partido parecía posible.

Otro Pucela

Con el tanto antes del pitido final de la primera parte el Real Valladolid se quitaría muchos de los miedos del inicio del partido. así, los de Paco Herrera saltaban a la segunda parte con otra cara, otro perfil y una ambición bien distinta. Tras poco más de 90 segundos tras la reanudación, Rulli había intervenido en dos ocasiones. Míchel Herrero y Raúl de Tomás buscaban suerte en una versión ambiciosa del equipo visitante. Las consignas del equipo parecían claras. Fuera como fuera el resultado final, el Real Valladolid tenía que mostrar estilo ofensivo.

De igual forma que los pucelanos igualaron las fuerzas durante la primer parte, los donostiarras hicieron algo similar tras el ilusionante inicio de los de Paco Herrera. El centro del campo local comenzaría a tener el dominio del balón y lo pelearía con una zona central pucelana de potencial y calidad pero de poco ritmo. La calidad del once titular y de las variaciones del conjunto de Eusebio Sacristán reducían las distancias en el juego, aquél que igualaba las fuerzas y las posibilidades de victoria.

De Tomás contra todos

En la pelea que se desataba en los últimos 20 minutos por ganar el partido había un protagonista destacado. Raúl de Tomás, el mejor jugador blanquivioleta del partido, peleaba, luchaba, pelaba y forcejeaba contra todos los elementos rivales, que no eran pocos. La entrada de Jose Arnáiz y Jaime Mata durante el partido ofrecía posibilidades de ganar terreno a un equipo que perdía la posesión pero que buscaba la profundidad con la entrada del '29' y del '9'. Con esta variación del estilo, el Pucela volvería a vivir en el campo rival. Rulli volvía a ser protagonista y el Real Valladolid merecedor de una pequeña ilusión.
Con esta atrevida y desenfadada despedida del Real Valladolid del año 2016, el equipo de Paco Herrera cierre los primeros meses de competición con el adiós del torneo copero. Tras eliminar al Real Zaragoza y al Club Deportivo Tenerife, los pucelanos no pudieron con la Real Sociedad. Una de las mejores versiones del equipo vasco en las últimas dos décadas fue mucho para un Pucela que sólo fue inferior en la eliminatoria en la calidad y la efectividad ofensiva. Tanto en Valladolid como en San Sebastián los de Herrera no fueron inferiores y firmaban un perfil que ya querría para 'LaLiga 1|2|3'.