Con la cabeza bien alta

El Real Valladolid Promesas, con las novedades en el once titular del recuperado Ángel García y del recién llegado Nacho Porcar se presentaba en el Estadio Ciudad de Tudela con la intención de prolongar su buena racha del mes de enero, buscando la tercera victoria consecutiva. El Club Deportivo Tudelano, con importantes bajas, quería abordar los puestos de play-off de ascenso y comprimir la zona alta después de los resultados favorables del sábado, tras las derrotas de Pontevedra C.F. y Unión Deportiva Logroñés.

El conjunto navarro llevaba la manija del encuentro en los primeros minutos. Fruto de ello, llegaba la primera ocasión por medio de Arkaitz Ruiz, que no lograba conectar con Óscar Valero, en boca de gol. Jose Arnaiz probaba suerte con una falta, pero el Promesas apenas lograba inquietar la meta defendida por Mikel Pagola.
Sin duda el protagonista del encuentro era el viento, que dificultaba la labor de la defensa pucelana. La retaguardia lo pasaba mal con las coberturas en los balones laterales, lo que ponía en serios apuros a Julio Iricibar en las salidas.

Dani Gómez rompía el tedio

Los minutos pasaban y el ritmo caía poco a poco, lo que beneficiaba al filial, que aunque no salía de su campo, frenaba a los locales con una gran presión difícil de mantener durante todo el encuentro. Toni Villa, primero, y Julio, más tarde, daban el susto mediada la primera mitad después de sendos golpes, pero no tenían problemas para volver al terreno de juego tras ser atendidos por los servicios médicos.
Cuando el sopor se adueñaba de la desapacible tarde, una internada de Santi Samanés, que estaba a punto de sorprender a Julio tras un balón largo de Pagola, se convertía en el preludio del gol. Era de nuevo el extremo quien hacía de las suyas por banda derecha y Dani Gómez batía la portería pucelana con un gran zapatazo. El 1-0 espoleaba a los navarros, que apuraban la primera parte buscando un segundo tanto cercano en un disparo de Víctor Bravo que resolvía el portero vallisoletano con una gran estirada a mano cambiada.

El empate, de penalti

El segundo periodo comenzaba con un contratiempo para los locales. Samanés, su mejor hombre hasta entonces, no podía continuar por molestias físicas y tenía que ser sustituido.
El Real Valladolid B, con el viento a favor, intentaba sacudirse el dominio local. Renzo Zambrano probaba a Pagola desde media distancia antes de que Borja Jiménez introdujera dos cambios casi consecutivos, dando entrada a Higinio Marín y a David Mayoral, confiado en las posibilidades de los suyos. Poco después, Toni era trabado por Jesús Lalaguna en el límite del área. El árbitro no lo dudaba e Higinio establecía el 1-1 de penalti con media hora por delante. El murciano volvía a tener la opción minutos más tarde, pero su disparo lo atrapaba el cancerbero local.

Los navarros pidieron la hora

Justo cuando los blanquinegros empezaban a echar de menos a Samanés, París Adot volvía a adelantar a los suyos tras una jugada por la misma banda. Con el marcador a favor, Javier ‘Manix’ Mandiola decidía reforzar el centro del campo para evitar que volara algún punto del Ciudad de Tudela. Los blanquivioleta lo seguían intentando, pero sin premio ante el sufrimiento de la parroquia local.
No había tiempo para más. El Promesas veía truncada su racha después de cinco partidos sin perder y caía por 2-1 dando la cara en un campo exigente ante un rival que entraba en zona de promoción de ascenso. Una derrota que no afecta en la tabla a los pucelanos, que mantienen la renta de tres puntos sobre los puestos de descenso.