Las ausencias, protagonistas en la vuelta al trabajo

Después de contar a diario desde hace semanas con la enfermería prácticamente vacía, el Real Valladolid afronta el tramo final de la temporada con alguna que otra baja. En el regreso del equipo a los entrenamientos en la mañana de este martes, fueron muchos los jugadores que no pisaron el césped de los Campos Anexos. Sin embargo, no debe cundir la alarma, puesto que la mayoría de ausencias se deben a descanso programado. Hasta cinco futbolistas no saltaron al campo y uno más, Sergio Marcos, lo hizo pero para trabajar al margen del grupo junto al recuperador físico David Chorro.

De todos ellos, el que más complicaciones presenta es Alberto Guitián, lesionado la pasada semana por una torcedura de tobillo que le impidió entrar en la convocatoria frente al RCD Mallorca. Además, Míchel Herrero, Álex Pérez y Javi Moyano acabaron el encuentro ante los baleares con molestias, y lo mismo le sucedió a Anuar Tuhami en el choque del filial. De hecho, Markel Etxeberria estuvo calentando desde bien pronto por si el lateral derecho no podía completar los 90 minutos, pero, finalmente, no fue sustituido. Habrá que estar pendiente de sus evoluciones y ver si el miércoles pueden participar o no en la sesión.
El gran momento por el que atraviesa el equipo se nota y el buen ambiente fue también protagonista en el entrenamiento. Incluso Paco Herrera tuvo que dar un toque de atención a los suyos en determinados momentos, haciéndoles ver que, aunque el partido del Estadio de Anduva no se disputa hasta el domingo, deben estar concentrados desde el primer día para intentar derrotar al CD Mirandés.

Braulio y Suárez, cada uno por su lado

Si hay algo evidente para todo aquel que acuda a las instalaciones del Pucela es el divorcio existente entre Carlos Suárez, presidente del Club, y Braulio Vázquez, actual Director Deportivo de la entidad. Algo que volvió a ponerse de manifiesto en la última sesión. Mientras el gallego estuvo en el verde junto a José Luis Prieto 'Cata', charlando ambos al final con el técnico extremeño, el máximo mandatario siguió el trabajo desde el lado opuesto, por lo que no se cruzaron en ningún momento.