Roger Martí vuelve a vestir de blanquivioleta

El Real Valladolid no para y Braulio Vázquez no descansa. Si el club se ha movido con las llegadas de Vicenzo Rennella y de Borja Fernández y las salidas de Erick Moreno y David Timor, ya es oficial la tercera incorporación al estadio José Zorrilla. Roger Martí, que fuera blanquivioleta hasta el pasado mes de junio, regresa al club pucelano para los próximos seis meses. El delantero valenciano del Levante abandona el Ciutat de Valencia para llegar a la que fue su casa y a aquella que se volcó con él tras su grave lesión de septiembre de 2014.

Lo contamos en ElDesmarque Valladolid el pasado jueves 21 de enero: Braulio Vázquez quería seguir aprovechando los movimientos del mercado y uno se podía generar en el Levante. La llegada de Giuseppe Rossi al equipo granota puede provocar la salida de Roger Martí. Con el valenciano en la puerta de salida del Ciutat de Valencia, uno de los primeros en estar esperándole era el Real Valladolid. 
Después de ver que la apuesta que el equipo granota hizo por él en verano no fue correspondida con minutos, ni sentir que la llegada de Rubi, ex preparador suyo en Pucela, se correspondía en mayor confianza en su juego, el futbolista ha decidido hacer las maletas. Con la idea de salir de Valencia en su cabeza, Braulio Vázquez no perdió la oportunidad. Les esperó a la puerta del barrio de Orriols para llevarle de vuelta a Valladolid, ciudad con cariño recíproco y con el único objetivo de regresar a Primera división.

Cuarto delantero

A la espera de posibles nuevos movimientos, Roger Martí se incorpora al vestuario de Miguel Ángel Portugal como cuarto delantero en cifras. No en posición. El jugador se une a la lista que forma desde verano Rodri Ríos y Diego Rubio y que amplió hace sólo unos días Vincezo Rennella. Con los dos retoques realizados en este mercado invernal, el frente ofensivo del Real Valladolid crece exponencialmente. El equipo ve mejorada su artillería en el objetivo de convertirse en un aspirante al ascenso de categoría. Ese sueño pasa por la cabeza del club y por la mente del pistolero, aquel que regresa a Valladolid con los cartuchos llenos de goles.