Ortuño, visto y no visto

Los que el pasado martes presenciaron en los Campos Anexos al Nuevo Estadio José Zorrilla el entrenamiento del Real Valladolid podrán siempre decir que asistieron a la primera y última sesión de Alfredo Ortuño con el Pucela. El jugador, consciente de la gravedad de los hechos provocados por él mismo, abandonó Valladolid sin dar explicaciones ni avisar a nadie y busca apoyo jurídico en la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para solucionar el problema que tiene encima, según informó AS.

El futuro de Ortuño es una incógnita. LaLiga Santander no se ha pronunciado oficialmente sobre su situación y el futbolista se encuentra en un limbo legal derivado de la negación de su rescisión con la Unión Deportiva Las Palmas y la posterior firma de su contrato con el Real Valladolid. De hecho, desde las oficinas de Zorrilla no se dudaba este miércoles en denunciar al jugador en lo que podría tratarse de un nuevo 'Caso Saúl'. Cabe recordar que Saúl García deberá indemnizar al Valladolid por duplicidad de contrato con un millón de euros, cantidad que estaba especificada en su cláusula de rescisión.

Decepción

Alfredo Ortuño era el gran objetivo de Miguel Ángel Gómez, el director deportivo del conjunto blanquivioleta. El cordobés llevaba dos meses trabajando el fichaje del yeclano y sabía que su momento llegaría sobre la bocina, tal y como finalmente se produjo. Gómez jugó sus cartas y fue asistiendo al cierre de puertas que Ortuño vivió en la Primera División, categoría en la que aspiraba a jugar. Incluso el día de la presentación, la nueva mano derecha de Carlos Suárez pidió públicamente apoyo para el jugador. Poco más de 24 horas después, Ortuño dejaría tirado a Gómez y a todo el Real Valladolid. Una situación amarga solo aliviada por la victoria frente al Tenerife y la clasificación copera.