Uno de los peores temores de la comunidad de jugadores de PS4 ha acabado por confirmarse recientemente: Silent Hills, la nueva entrega de la prestigiosa saga de juegos de terror que iba a estar encabezada por Hideo Kojima y Guillermo Del Toro, ha sido cancelada.
Primero lo dijo Del Toro en una entrevista, y aunque Konami intentó silenciar esta información, incluso Norman Reedus (actor de The Walking Dead implicado también en el proyecto) anunció también que ya no estaba en marcha.
Las recientes informaciones sobre la separación de Kojima y Konami levantaron el miedo de que finalmente eso significara la cancelación de este prometedor proyecto, ambicioso como pocos, y que aunaba el mundo de los videojuegos con el cine gracias a ese magistral dúo entre Kojima y Guillermo Del Toro (prolífico en el género gracias a sus novelas). Finalmente ha sido así, un batacazo monumental que sobre todo perjudica a la propia Konami. Entonces, ¿por qué ha ocurrido? ¿No ha luchado la marca por intentar salvar una obra que estaba destinada a convertirse en producto estrella?
Todo parece apuntar a que la clave se encuentra en el propio Kojima. El desarrollador es el primero que se niega a hacer declaraciones acerca de lo sucedido, si bien los roces con Konami eran una cuestión de tiempo. Las presiones de la compañía por centrarse en la saga Metal Gear parecen claras después de que se haya confirmado que seguirán haciendo Metal Gear tras la salida de Kojima. El creador de Solid Snake ha declarado en numerosas ocasiones que quiere dejar de centrarse en su ópera prima para avanzar con nuevos proyectos y avanzar en su carrera. Es también conocido que el genio tiene predisposición a controlar al más mínimo detalle todos los entresijos de sus creaciones, y es más que probable que la decisión de abandonar el barco estuviera decidido desde hace mucho, en algún momento posterior al inicio del desarrollo de Metal Gear Solid V.
Terminar con el último de sus trabajos con Snake antes de su salida de Konami parecería extraño tras la salida de la misteriosa demostración P.T., una de las jugarretas de Kojima que nos anunciaba este nuevo Silent Hills, y que desde luego nos parecía mostrar que aún quedaba bastante futuro entre Kojima y Konami. Una relación que a pesar de todo no continúa, y por todo el asunto de los derechos, es imposible que se siga desarrollando un juego con el nombre Silent Hills fuera de Konami.
La empresa ha intentado lanzar un mensaje de tranquilidad asegurando que se seguirán haciendo juegos de Silent Hill, pero no es algo que vaya a alentar a los millones de fans decepcionados con la marcha de Kojima. Hay que aceptarlo, Konami estaba ya de capa caída antes, y ahora se precipita al abismo. La reciente noticia de su salida de la bolsa de Wall Street no puede ser una casualidad, se han visto en un verdadero aprieto.
Siguen teniendo los derechos de PES, Metal Gear y Silent Hill, pero la primera franquicia lleva años estancada y viéndose superada por los FIFA y las otras dos estaban siendo llevabas por Kojima. ¿Qué le queda ahora a Konami para permanecer a flote? Tampoco podemos engañarnos, las últimas entregas de Silent Hill, sin el equipo original al mando, dejaban mucho que desear.
Y acerca de Kojima, puede que ahora que sea libre para experimentar. Lo ideal sería que siguiera de alguna forma con el proyecto de Silent Hills, aunque llevara otro nombre, pero la falta de respaldo económico puede suponer la imposibilidad de llegar a tal efecto.
Este es uno de los ejemplos más sonados de las quebradizas relaciones dentro de las compañías, y que todo se puede torcer en el último momento aunque todo apunte a éxito absoluto. Aún es pronto para prever que ocurrirá con Hideo Kojima, con la saga Metal Gear o con Silent Hills, pero lo que parece muy claro es que Konami está en el punto de mira de millones de personas, y que todas sus futuras decisiones son clave de cara a permanecer en la industria.
A los demás sólo nos queda guardar un minuto de silencio por el fallecido Silent Hills, que con P.T. había ilusionado con creces gracias a su capacidad de funcionar por sí misma con maestría convirtiéndose en una de las mejores campañas de promoción viral jamás creadas para una consola.