Co propietario de Team Dragon Knights habla del baneo de su equipo
Chris Shim, co propietario de Team Dragon Knights, rompe su silencio tras cinco meses desde que su organización (y él mismo) fuera baneada de las competiciones de Riot Games de League of Legends.
La polémica formó un gran revuelo en su momento, un problema en el que TDK estaba implicado junto con Renegades y sus responsables directos, Christopher 'MonteCristo' Mikles y el co fundador Chris Badawi. Riot Games decidió amonestar severamente al equipo por ciertas dudas respecto a sus relaciones con Renegades, pagos e intercambios de los jugadores, cómo resultado de una serie de "investigaciones internas" que nunca fueron aclaradas públicamente.
Riot decidió aplicar la sanción sin aportar pruebas que demostraran las graves acusaciones, y ahora Shim ha decidido arrojar algo de luz a la confusa situación explicando su punto de vista y las graves consecuencias de esta acción sobre su trabajo.
Desde un Twitlonger largo y conciso, que detalla fechas y hechos concretos (y que él mismo asegura poder demostrar de ser necesario), comienza a explicar la situación que implica a TDK y la supuesta falta de transparencia, profesionalidad y educación de Riot tratando la cuestión de la investigación a Shim y a su equipo.
Habla también de los jugadores implicados en el traslado entre REN y TDK, las conversaciones mantenidas con los representantes de Riot y las idas y venidas a lo largo del tiempo. Al confirmar que finalmente un representante de la propietaria de League of Legends les llamó para confirmar el baneo, se le informó de que "los pagos de Renegades a los jugadores mientras estaban con TDK eran prueba suficiente para la sanción".
Aunque el propio MonteCristo explicaría la situación, es cierto que la relación entre TDK y los propietarios de Renegades aportan serias dudas acerca de la integridad de ambas facciones. Pero también es cierto que Riot estuvo continuamente exigiendo pruebas para que la organización de Shim demostrara su inocencia y a la hora de hacer lo contrario faltó a su capacidad de mostrarse transparente para "mantener a sus fuentes en el anonimato."
La gran polémica se desató por esta potestad de los dueños de LoL de ser únicos jueces y tomar decisiones que pueden desestabilizar la escena y hacer daño a las organizaciones sin que ningún organismo imparcial pueda mediar, o por no permitir la llegada a un acuerdo más justo.