Turtle Entertainment, matriz de la ESL, ha tomado la vía de la legalidad para demandar a Azubu por el incumplimiento del contrato pactado por ambas parte para la retransmisión de los contenidos de la ESL vía streaming.
Desde la primavera de 2016, Azubu ha tenido el derecho a difundir el contenido eSports de la ESL, sin embargo y como apunta la parte demandante, nunca efectuó el pago pactado por ambas partes. De ganar la ESL, Azubu tendría que pagar más de 1,5 millones de dólares.
Creado en 2012, Azubu comenzó a crecer en los siguientes años hasta ser considerada un rival de Twitch a tener en cuenta, con asociaciones realmente importantes como la pactada con SK Telecom T1. Sin embargo, desde 2016, Azubu comenzó a tener problemas internos, con salidas de empleados y problemas de financiación, sin contar con los problemas que lastraba Lars Windhorst, empresario alemán y cofundador de la firma de inversiones Sapinda Group e inversor de la plataforma Azubu.
Tal y como salió a la luz tiempo atrás, Windhorst admite que dedicó poca atención a Azubu y que la forma de financiarla provocó la frustración de sus empleados por los atrasos en sus nóminas. No es la primera vez que el empresario se ve metido en problemas de este tipo, ya que en los últimos 18 meses ha tenido más de un juicio por problemas financieros, declarándose en bancarrota, por lo que, de perder Azubu contra la ESL, habría grandes problemas para efectuar la gran suma que debe.