Pese a que pueda parecer una obviedad que el disponer de los campeones en su máxima plenitud es sinónimo de éxito en Teamfight Tactics, en ocasiones el intentar buscar las tres estrellas de un campeón puede suponer nuestro lastre más significativo y condenar nuestra partida, habiendo perdido la oportunidad de labrarnos una composición ganadora pese a ser menos vistosa de cara a las estrellas.
El tener suerte en early con unas buenas primeras rotaciones que nos aseguren un Mordekaiser o un Darius, o una Tristana o una Vayne de Nivel 2 desde muy pronto, puede hacernos caer en la tentación de buscar a esos mismos campeones en siguientes rotaciones, quedándonos a las puertas de conseguir a ese tercer campeón de dos estrellas para maxearle a Nivel 3 y no conseguirlo nunca mientras las posibilidades se diluyen con el paso de los niveles.
En lugar de ello, y siendo fiel a las diferentes composiciones que queramos llevar en partida, esa búsqueda del tercer campeón de dos estrellas puede convertirse en nuestro peor enemigo. Por lo que en una buena partida de Teamfight Tactics es necesario mantener la mente fría para saber adaptarnos a los diferentes escenarios que podemos vivir.
Esto puede hacernos ahorrar mucho oro que podemos invertir en mejorar a Nivel 2 a otros de nuestros campeones, y por supuesto ahorrar en los infinitos reroll con los que tratar de actualizar una lista en la que parece que nunca nos caerá el campeón deseado. El conseguir una buena composición puede hacernos tener un buen early y comenzar a escalar de cara a las últimas rondas, pero si nos cruzamos con algún rival cuya suerte le ha acompañado disponiendo de un campeón Nivel 3 desde relativamente pronto, siempre podemos aprovecharnos de la racha de derrotas para continuar haciéndonos fuerte sin invertir demasiado. Y todo ese oro 'que nos sobre' aprovecharlo en un elemento crucial y que muchas veces dejamos de lado como es la subida de nivel.
Un sistema que aunque sacrificado en ocasiones puede darnos muchas alegrías, y alguna que otra victoria sin necesidad de tener a ningún campeón de tres estrellas.