Tan solo falta una semana para que Salvadores de Uldum aterrice en Hearthstone y ya conocemos más de la mitad del set de cartas que introducirá. En la retransmisión que dirigirá Brian Kibler el próximo 31 de julio se revelarán las cartas restantes, incluidas las seis legendarias (cuatro de clase y dos neutrales) que aún desconocemos. Sin embargo, con diecisiete de ellas ya reveladas, podemos ir aventurando cuales de ellas tienen más potencial en este Año del Dragón.
Y es que con el regreso de las misiones, las nuevas legendarias se han puesto muy interesantes. El nuevo poder de héroe que descubrirán puede tener efectos devastadores para el resto de la partida, llegando a crear arquetipos basados en ellas. Además, entre las cuatro legendarias de clase que aún no han sido desveladas quedan las misiones de Sacerdote, Cazador y Pícaro; y a buen seguro Blizzard guarda aún alguna sorpresa.
La Lágrima de Osirio consiste en un poder de héroe pasivo con el siguiente efecto: "Tus cartas con <<Elige Una>> combinan ambos efectos". El efecto es idéntico al que tenía Fandral Corzocelada, pero será permanente para el resto de la partida. El poder de su efecto, sumado a la facilidad con la que se puede completar la misión, probablemente provoquen un arquetipo de Druida misión que se asiente en el meta.
La segunda legendaria de la que hablaremos también es una misión con mucho potencial. Al lanzar diez hechizos recibiremos el Pergamino ascendiente, un poder de héroe de coste (2) de maná y cuyo efecto reza: "Añade un hechizo de mago aleatorio a tu mano. Cuesta (2) cristales menos". Lanzar diez hechizos con Mago es pan comido gracias a su capacidad de generar recursos con cartas como Truco de magia, Ciclón de maná, Escrito sobre intelecto o los Hechizos dobles como Rayo de Escarcha o Llamada del Conjurador. Aunque el hechizo que ofrezca la misión es aleatorio, es una forma de ganar valor y tener una reserva de recursos casi inagotable.
Una de las legendarias más sorprendentes de la expansión, a efectos prácticos es un 20/11 con ¡dos! Escudos divinos. La mecánica de Renacer junto a cartas como el Reclamador miserable, de Sacerdote, pueden hacer de él una bestia con valor casi infinito. Sin duda, veremos aparecer combos de todo tipo con esta carta y, en Arena, será de las más poderosas de la expansión.
Sir Finley regresa en Salvadores de Uldum y lo hace de una forma parecida a como aparecía en Liga de Expedicionarios. Esta vez, además, obtendremos el poder de héroe mejorado, por lo que podría llegar a ser una carta indispensable para Paladín. El único hándicap con el que cuenta es el requisito para activar el Grito de Batalla, ya que nunca antes ha habido un mazo viable de Paladín que solo tuviera una copia de cada carta.
Al leer esta carta, seguro que todos tenéis pesadillas con la antigua misión de Pícaro Las Cavernas. Con un efecto similar, aunque menos poderoso, jugar al Faraón oscuro Tekahn hará que nuestros Lacayos sean 4/4 durante toda la partida, lo que nos otorgará un valor incalculable por tan solo (1) cristal de maná. Con Genio del MAL y Rata portacables del MAL, Brujo puede generar una buena cantidad de Lacayos. Además, es más que probable que alguna de las dos cartas comunes de su clase que quedan por revelar tenga sinergia con Lacayos.