En la tarde de este pasado domingo 17 de febrero, T1 (SKT) alegraba a toda su extensa afición generada alrededor de todo el mundo, anunciando una nueva renovación de Faker que atará al midlaner coreano durante al menos tres temporadas más. Sin embargo la renovación esconde mucho más de lo que podría parecer desde un principio.
Aunque aún había tiempo hasta noviembre de 2021, fecha en la que expiraba su anterior contrato, Faker y T1 (SKT) se han dado prisa para firmar un nuevo acuerdo que a buen seguro continuará tratando cifras astronómicas para el jugador. Pero más allá de lo económico, es la seguridad de un contrato vitalicio en lo que hay que prestar atención.
Tal y como anunció también el club, Faker es ya también copropietario del equipo, disponiendo de su propio despacho acorde a su cargo. Marcándose casi un Dimitri Piterman, jugador y equipo aprovechan esta situación para así jugársela a la normativa Riot y pasar por encima de ella.
Actualmente y por evitar abusos contractuales, Riot Games prohíbe que se firmen contratos cuya duración sea mayor de tres años... al menos como jugador. ¿Pero qué ocurre si además de renovar por tus tres correspondientes años, firmas también como propietario? Pues la ecuación es muy simple, Faker jugará de por vida en T1 (SKT), o al menos hasta que se le antoje al jugador en el caso de que desee un cambio de aires en algún momento. Algo que se antoja poco probable tras toda una vida de éxitos en el club y el amor por una marca a la que lleva defendiendo siete años, y que llegarán a diez cuando finalice el contrato que acaba de renovar.
Se abre así una vía para aquellos jugadores que decidan unirse para siempre a una marca, claro que el compromiso por ambas partes debe ser total y absoluto, como sin duda es el caso entre el mejor jugador del mundo de League of Legends y el equipo más exitoso de la historia de este deporte.