El horizonte de Supercell como desarrolladora de videojuegos no tiene comparación actual ni en descarga global de títulos ni en expectativas de futuro, porque mucho más allá de las cifras la empresa sólo piensa en crecer a largo plazo y el ejemplo es el posible salto a las consolas.
La suma de beneficios entre Clash of Clans, Clash Royale y Brawl Stars es imposible de comparar casi con cualquier videojuego móvil de la última década, una de las razones principales para entender que el éxito de la empresa finlandesa sólo esté en sus inicios.
Con la ambición de seguir creciendo a pasos agigantados, la empresa ya anunció dos nuevas sedes internacionales para desarrollar tres juegos dentro del universo Clash de los cuales dos están en lanzamiento cerrado (Clash Quest y Clash Mini) y otro en beta (Clash Héroes), pero ese sólo parece ser el punto de partida.
Ahora Supercell va mucho más allá poniendo en pie una nueva sede en Norteamérica, concretamente en San Francisco, con un tercer estudio planteado para llegar mucho más lejos, tanto que por primera vez se menciona la posibilidad de alejarse de la exclusividad de móviles para pensar en PC e incluso en consolas.
Bajo la cultura de ser un estudio independiente capaz de explotar ideas ingeniosas hasta hacerlas virales, Supercell anuncia la apertura de esta nueva sede con la intención de atrapar el ingenio norteamericano y así llegar al siguiente nivel, por lo que están abiertos a todo tipo de propuestas.
La búsqueda activa de personal se basa en la recepción de ideas, fundadores, equipos o nuevos creadores capaces de convertir la que para ellos debe ser el nuevo juego del momento, algo que han conseguido con muchos de sus títulos actuales.
Para ello lanzan una premisa clara, Supercell se pliega a ellos para que tengan la libertad absoluta tanto si se quiere crear una IP nueva como para aprovechar los personajes conocidos de marcas como Clash Royale o Brawl Stars, todo vale para llegar a la máxima audiencia posible.
La situación de Supercell es ideal para ser el foco de ideas con las que implementar tanto un salto a consolas como una reconversión actual del sistema exitoso en sus videojuegos, una oportunidad única que seguramente de en unos años varios títulos que perfectamente podrían estar en PC, Xbox, Switch y PlayStation.