Ya está disponible en todo el mundo Warcraft Rumble, el primer videojuego de la famosa licencia de Blizzard diseñado en exclusiva para dispositivos móviles, tanto iOS como Android. El juego, que llega con el lore, los personajes, los escenarios y toda clase de referencias a la saga Warcraft y World of Warcraft, es un juego de estrategia en el que hay que poner sobre el campo de batalla a los ‘minis’, unas pequeñas miniaturas que son copias pequeñitas de los héroes, jefes, monstruos y hechizos del juego.
Salvando las distancias, el juego al que más se parece es Clash Royale, ya que no deja de ser un ‘Tower Defense’ en el que tenemos que defender nuestra torre para que no sea destruida e intentar destruir la torre contraria. Como ocurre en Clash Royale, cuenta con una mecánica de ‘deck building’, es decir, de construcción de mazos, ya que nos presentamos a cada batalla con una serie de ‘cartas’ (sellos se llaman aquí) que representan a los líderes, los hechizos y los ‘minis’ que podremos desplegar en la batalla. Tendremos que diseñar cuidadosamente nuestro ‘mazo’ para que sea un ejercito equilibrado que nos permita enfrentar los distintos desafíos de la batalla.
Pero los escenarios sobre los que jugamos aquí las escaramuzas son algo más extensos y más complejos que los de Clash Royale, ya que cuentan distintas calles por las que podemos lanzar nuestros ataques, cuentan con recursos que pueden recogerse en mitad de los combates y con torretas intermedias que se pueden conquistar para inclinar la batalla en nuestro favor. Este apartado recuerda mucho a la dinámica de los MOBA, como League of Legends. Y es que podríamos decir que el juego es una mezcla de ambos géneros.
Si acabas de llegar a Warcraft Rumble y no sabes cómo empezar, ¡no te preocupes! En realidad, comenzar a jugar y coger la dinámica básica del juego se soluciona completando el pequeño tutorial que nos ofrece. El juego nos irá indicando dónde está todo, cómo se juega y nos animará a completar las pequeñas mini-batallas. Eso sí, aquí hay que tomar una decisión importante: elegir al líder con el que queremos comenzar a jugar. El líder es un ‘mini’ especial, normalmente más fuerte y más poderoso, y sólo podemos tener uno equipado en nuestro mazo. En realidad, da un poco igual cuál elijas entre estos primeros que nos ofrece el juego, porque a medida que progresemos podremos desbloquearlos a todos. Eso sí, si quieres una recomendación para empezar, tal vez 'Rend Blackhand' o 'Baron Rivendare' son los más sencillos de utilizar para un jugador que acaba de llegar.
Hay cinco facciones en el juego: Alianza, Horda, Besatias, Roca Negra y No Muertos. Hay líderes y unidades que pertenecen a todas estas facciones, pero en realidad podrás mezclar sellos de todas ellas.
El juego nos muestra un mapa de Azeroth donde podemos ver distintas zonas. Cada una de ellas cuenta con una serie de desafíos a los que nos podemos enfrentar, con un jefe final al otro lado de cada mapa. Una serie de colores nos muestra la dificultad de cada desafío (gris si estamos muy por encima del nivel, verde si estamos ligeramente por encima, amarillo si la dificultad es equilibrada con nuestro nivel, naranja si está ligeramente sobre nuestro nivel y rojo si está muy por encima y completarla es casi imposible). Por supuesto, cuanto más difícil es el desafío, más cuantiosas serán sus recompensas.
Ya en mitad de las batallas tendremos que desplegar nuestros minis según van apareciendo los sellos que hemos colocado en nuestro mazo. Cada carta tiene un coste de oro y a más coste, más hay que esperar a que se genere. Como ya entenderás, es importante tener un equilibrio entre cartas de bajo coste (que puedan jugarse rápido si las necesitamos) y otras de mayor coste pero que podamos esperar a generar por su mayor poder. Repartidas por el mapa aparecen rocas con betas de oro que podemos intentar recolectar enviando a nuestros mineros, que son minis que no hace falta colocar en nuestro mazo y que aparecen de manera regular y al coste de una unidad de oro. A más cantidad de oro, más rapidez para desplegar tropas.
En el mapa también hay torres intermedias, que pueden ser nuestras o del rival. Es importante conquistar estas torres porque generan daño al rival y también sirven como zonas avanzadas para desplegar a los minis más cerca de nuestro objetivo final. También hay unas flechas colocadas en las intersecciones de los caminos que podemos mover para indicar el camino que deben seguir nuestros minis, y que podemos usar de forma estratégica. También hay cofres que podemos saquear y unas piedras con runas que también podemos ‘conquistar’ para que sirvan como zona de avanzadilla. Llegar al otro lado del escenario y conseguir derrotar la torre o el jefe enemigo es nuestro objetivo, y hay muchas maneras de lograrlo.
El juego se divide en tres grandes modos: la campaña (el PvE), las partidas multijugador (PvP) y las mazmorras.
Lo mejor que puedes hacer en tus primeros momentos en el juego es lanzarte a completar la campaña. Es una buena manera de ir cogiendo el ritmo al juego y de desbloquear los primeros sellos, con lo que irás confeccionando tu mazo básico. Algunos sellos irán entrando en tu colección gracias a cumplir estas zonas de la campaña, pero, sobre todo, irás ganando oro. El oro es la moneda básica del juego y, con él, podrás acudir a la tienda a comprar más sellos. La tienda va sacando sellos de manera aleatoria, y podrás acudir a intentar conseguir comprar los que más te gusten para añadir a tu colección.
Luego, cada uno de los sellos, con sus líderes, minis y 'hechizos' o 'talentos', pueden ir subiendo de nivel, con lo que se volverán más poderosos y resistentes. Puedes pagar oro para conseguir puntos de experiencia y aumentar el nivel de tus sellos, pero no te lo recomiendo. Guarda el oro para comprar sellos nuevos, ya que la experiencia para subir el nivel de cada unidad se gana casi en cada momento del juego. Supera los niveles y desafíos de la campaña y, sobre todo, las misiones diarias y conseguirás ir ganando puntos de experiencia.
A medida que desbloqueas sellos o los compras en la tienda irá aumentando tu colección. El juego cuenta actualmente con 65 sellos, con líderes, minis y hechizos. Hay niveles de la campaña que requieren un nivel mínimo de sellos en tu colección para poder desbloquearlos. También, al llegar a 14 sellos se desplegarán las misiones (que son desafíos diarios) y cuando consigas alcanzar 30 sellos tendrás acceso a las Mazmorras. También, el número de sellos desbloqueados y su nivel conjunto determinan tu ‘Nivel de Colección’, que en realidad es tu nivel general de jugador. Este es el nivel que utiliza el juego para emparejarte en partidas igualadas en el PvP. También a mayor nivel de colección, más complejos son los desafíos y más cuantiosas son las recompensas que se consiguen.
Nuestro consejo: completa el mayor número de niveles de la campaña PvE para conseguir mucho oro y gástalo con cabeza en la tienda para aumentar tu colección y probar todos los sellos para encontrar tu mazo ideal. Completa las misiones diarias (hay 14 al día, y se acumulan) para subir de nivel las cartas que más te interesen. Cuando se abra la opción de PvP echa unas partidas para comenzar a cogerle el punto al multijugador, pero intenta tener a un buen nivel los sellos de tu mazo (al menos a nivel 10) antes de lanzarte a la arena de batalla. Las partidas ganadas otorgan cuantiosas recompensas (oro y puntos de experiencia). También es buena idea unirte a una hermandad y beneficiarte del botín de guerra de la hermandad (y poner de tu parte, claro).
En breve intentaremos ir recopilando las tier list del juego para ayudarte a configurar tus mejores mazos de batalla.