Twitter, Twitch, Instagram, Youtube y Tik Tok son gratuitos, pero en ninguna red social puedes robar un banco, escapar en una lancha y, tirar billetes al agua en una escena épica. Eso es GTA VI, por eso pagaremos 80 palos, porque podemos replicar escenas como esa todos los días hasta saciar la necesidad del roleplay hasta el infinito.
Eso es lo que vende el tráiler de GTA VI. La presentación formal de uno de los juegos más esperados de la década guarda tras de sí la historia de Lucia, pero ella es irrelevante en comparación al entorno. El producto en sí se vende así, ratitos de un juego cerrado con misiones y un cosmos completo para crear un personaje y hacer lo que quieras por Vice City. Es ahí donde está la composición de otro título para los próximos 10 años como GTA V más allá de las 60 o 70 horas de un modo historia.
Grand Theft Auto es una marca relacionada con el mundo abierto, con el roleplay y con posibilidades ilimitadas más allá de la guionización del propio juego. Por eso el elemento de la red social integrada a lo Tik Tok es diferencial para 2025, porque la vida real es un circo que será mucho más interesante en el videojuego.
Los vídeos de Tik Tok son a día de hoy ese pan y circo que nos tienen horas delante del móvil para ver las vidas de otros. Y la mayoría de las ocasiones nos tragamos vídeos que a priori ni nos interesan, pero nos entretienen 10 o 15 segundos de manera eternizada sin sentir el paso del tiempo.
EN GTA VI la creación de una red social propia puede ser un punto de inflexión. Ese Tik Tok que aparece en el tráiler es un reflejo de la sociedad actual pero enclavado en Miami, donde la ficción abraza la realidad entre cocodrilos, yates, fiestas privadas, millones de dólares y una vida imposible entremezclada con el rol.
Por eso el tráiler es más caótico que los de otra generación, porque esa actualización a la corriente y a los gustos modernos son así. Un tipo en tanga en su propio jardín, una abuela enfadada con martillos en la mano, un rato de twerking sobre coches en acción y una espiral callejera con la esencia de la franquicia.
El destello inicial de GTA VI es una demostración de las capacidades del juego a todos los niveles en mecánicas y controles. En cada plano hay catorce aviones, diez animales, un movimiento renovado de un NPC y diez Lamborghinis, y es ese frenetismo el que vuelca el futuro de un juego de 2025. Todo ese listado de detalles será realizable, y eso alimenta el hype para plantar la semilla de la paciencia. Todo eso será posible, y no es más que un primer vistazo para algo que a día de hoy es inimaginable.