Cómo conseguir todos los coleccionables de Lysfanga: The Time Shift Warrior
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Los fragmentos de remanentes literalmente nos darán la vida
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Un escenario colosal pero tranquilizador
Nada más comenzar nuestra andadura por Lysfanga: The Time Shift Warrior, nos daremos cuenta de la importancia de sus coleccionables. O al menos, al principio, de uno de ellos más concretamente como es el fragmento de remanente. Pieza absolutamente clave en nuestro desarrollo de guerrera del tiempo.
El nuevo título de Sand Door Studio y Quantic Dream, que llegará a PC la próxima semana, acaba de lanzar su demo. El momento ideal para que todos prueben esta delicia que mezcla el hack'n slash con los 'viajes en el tiempo', para conseguir una experiencia diferencial gracias a ese cooperativo con nosotros mismos.
A la caza de todos los coleccionables de Lysfanga
En cada uno de los actos podremos, y deberemos encontrar, cuatro tipo de coleccionables diferentes. Todos ellos de mayor o menos valía, y con más o menos utilidad en función de cuánto queramos exprimir el título. Y nada más comenzar podremos ver cuántos coleccionables de cada tipo hay en cada acto.
- Fragmentos de remanente
- Átomos de magia
- Cofres de estilos
- Documentos
Un entorno fijo, que nos ayuda a conseguir todos los coleccionables
A diferencia de otros títulos similares, no tendremos que quebrarnos la cabeza rompiendo medio escenario en busca de objetos que tropean de un jarrón o escondido tras una pared oculta. Es muy tentador romper todos los cristales que encontramos por el camino, pero prácticamente nunca servirá de nada. Están ahí para ser de impedimento en las arenas.
Eso hace que sea relativamente sencillo encontrar todos los coleccionables. Lo que no quita que, en ocasiones, sí que tengamos que estar atentos al escenario. Muchas veces, veremos desniveles u otras zonas que parecen accesibles, pero no lo son. Y que nos distraen en la búsqueda. Por ello, hay que estar ojo avizor para saber diferenciarlos:
- Los Fragmentos de remanente se encuentran en grandes cofres blancos. Los cuales, además, emiten un brillo. Quizá alguno está en una zona accesible más adelante, pero es difícil no verlos.
- Los Átomos de magia son orbes azules que igualmente también emiten un brillo. Más reconocibles en escenarios oscuros. Por lo que hay que estar atento a que no se encuentre detrás de otro elemento, o sí, de algún muro de cristales.
- Los Cofres de estilos son igualmente blancos y brillantes. De aspecto algo más épico que los de los fragmentos.
- Los Documentos los desbloquearemos al hablar con el gólem Grennos. Es fácilmente reconocible al ver unos puntos suspensivos (...) cerca de alguna estatua u otro elemento importante del escenario.
Para qué sirven cada uno de los coleccionables
Comenzando por el último de ellos, los Documentos amplían nuestro códice, gracias al cual podremos leer y entender la historia de Lysfanga: The Time Shift Warrior. Una delicia para aquellos que siempre buscan empaparse del lore de los títuos.
Luego tenemos los cofres de Estilos, en los cuales encontraremos diferentes armaduras para nuestra protagonista. Son puramente estéticos y sin ningún valor a la hora del combate. Podremos cambiarnos en el armario que encontramos en la Academia de Mayura.
Entramos en materia importante con los átomos de magia. No incrementarán nuestro poder, pero servirán de moneda para los gólems más adelante. E intercambiarlos por los diferentes recursos que nos ofrecen.
Y por último tenemos los esenciales fragmentos de remanentes. Es el que más claro nos queda desde el minuto uno. Por cada cuatro de ellos, crearemos un nuevo remanente. Teniendo más tiempo para terminar una arena difícil, y esenciales para superar los numerosos retos a los que nos iremos enfrentando.
