La sexualización de personajes nacidos entre polígonos como Tifa en el Final Fantasy VII original de 1997 tiene pocas comparaciones. 27 años después y redibujado de manera oficial en miles de ocasiones, la luchadora pasa ahora por un nuevo debate a causa de un traje de baño, y el efecto Rebirth es inmediato.
El esplendor de Final Fantasy VII: Rebirth con las reviews oficiales en su primera escala a una semana del lanzamiento es incontestable. Multitud de dieces con un denominador común, la creación de uno de los mejores juegos en la historia de la franquicia. Y entre análisis, reflexiones y pinceladas sin spoilers, una pequeña parte del universo se resquebraja por un paseo expuesto en Costa del Sol.
En 1995 los personajes de Asuka y Rei ya eran referentes dentro del universo de Evangelion con Neon Genesis. El ejemplo es uno de tantos del mainstream de la cultura nipona con una sexualización extrema de los personajes, y casi 30 años después esa representación abre una controversia mayor con Tifa por FFVII Rebirth.
A las puertas de un título como Stellar Blade con una definición exacta de esa premisa, Tifa es el foco por un simple vídeo en bañador junto a Aeris. Pertrechar los límites de esos polígonos de antaño en busca de lo real, lo necesario o lo que debería ser es una ofensa al vínculo con los videojuegos dentro de un mundo fantástico como el de Gaia. Esa fantasía final de la que hablábamos cuando lo traducíamos todo desde la inocencia en nuestra juventud no tenía ese debate, pero las físicas del 2024 en una PS5 favorecen el meme y la facilidad para ir más allá.
La actriz de doblaje de Tifa ya dijo hace unas semanas que hay muchísimo fan service en Rebirth, pero también lo hubo en Remake. Y esa reflexión allí no fue más allá de la persecución de la esencia del original a pesar de personajes como el de Don Corneo y su entorno en La Taberna de la abeja. De hecho a pesar de verla con diferentes trajes en esas escenas algunos usuarios incluso acharacon una reducción de pecho para aplacar la comparación con 'lo que el personaje debe ser'. Crítica, aprovechamiento del entorno y ficción.
En la búsqueda de la realidad quizás deberíamos preguntarnos por qué la joven de Nibelheim tiene esos brazos tan delgaduchos. Nadie habla de por qué una especialista en artes marciales que ya era la mejor de su camada desde los 15 años, tiene los mismos brazos tras años de batallas en Avalancha. Pero por suerte ese nivel de detalle no es tan relevante, como tampoco lo es el bañador ni su cuerpo.
Lo verdaderamente preocupante es que haya individuos capaces de preguntarse por qué el cuerpo de Tifa en la demo de Nibelheim no tiene los mismos atributos que en el juego posterior. Allí era una niña de 15 años, y en ese acercamiento oscuro a lo que nunca intenta ser un juego, hay incluso un cuidado por el detalle. Es la realidad la que falla y ahí donde debería estar el debate.