El rastro de filtraciones alrededor de Nintendo en los últimos años es una sombra en la previa de las conferencias de la compañía. Y por primera vez en mucho tiempo, apenas hay voces preferentes para despiezar las novedades futuras de la consola, de sus juegos o de los planes futuros. Y una de las razones del éxito pasa por una estrategia centrada en la eShop que funcionó a la perfección en el Nintendo Direct.
El desfile de leaks con la cercanía de los eventos de consolas y desarrolladores deja históricamente a Nintendo en una posición de controversia. Muchos de sus grandes títulos en el último lustro llegan con tráiler oficial después de un alto número de aciertos nacidos de las filtraciones. Y eso tiene sus consecuencias de puertas para adentro.
El eje central de las modificaciones para evitar este tipo de prácticas afecta al usuario, aunque de manera parcial. La táctica de Nintendo es apartar al consumidor de la compra durante unos días, y esa es una de las enseñanzas del Direct. La estrategia de la compañía es retrasar la publicación de las páginas oficiales de sus juegos para la eShop hasta entrar en un espacio futuro.
Tras el Nintendo Direct ninguno de los grandes juegos first party de Nintendo tenían página creada en la tienda oficial. The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, Super Mario Party Jamboree, Mario y Luigi: Conexión Fraternal y Donkey Kong Country Returns sufrían ese problema. Ninguno de los cuatro juegos estaba disponible en la plataforma para la precompra…ni para ningún detalle oficial.
Esta decisión tiene una explicación y es evitar el análisis del código de la página web antes de la publicación, porque ahí están todos los detalles del juego. Y precisamente por eso Nintendo ha esperado hasta el pasado miércoles 26 para dar a conocer los precios exactos de cada título así como su aparición en la eShop (al menos en Norteamérica).
Eso supone un paso atrás en la experiencia del consumidor porque no puede comprar automáticamente el juego ni reservarlo tras ver el tráiler en el Nintendo Direct. Pero la idea de Nintendo es mantener ese hype en la cabeza del espectador para atraparlo algo más de una semana después sin pasar por las filtraciones. A unos gustará a más que a otros, dependiendo del seguimiento de la actualidad, pero es la nueva dirección para evitar más desajustes internos.