Vivimos en la era de los remakes, del regreso de productos modernizados que tiran principalmente de la nostalgia para apelar al sentimiento del consumidor. Suele funcionar muy bien, y por lo general suelo estar a favor de la práctica si permite resucitar obras de gran calidad para que más gente pueda llegar a conocerlas.
Esa es precisamente la situación de Age of Mythology: Retold, un lavado de cara de un mítico juego que salió en 2002 y muy recordado por los amantes de la estrategia del tiempo real. Lo más particular de aquel título fue salirse de la tendencia general dentro de la reconocida saga Age of Empires, apostando por un trasfondo basado en la mitología y no tanto en el rigor histórico. Fue un cambio que muchos agradecimos, no sólo por arriesgarse a ofrecer algo distinto, también porque incluir criaturas mitológicas en un RTS siempre es divertido.
Yo disfruté mucho el juego original en su día, y aunque tengo bastante abandonado el género desde entonces, agradezco haber vuelto precisamente con Retold. Más allá del cariño especial que siento hacia la obra, mirándolo con la perspectiva de los años, me ha sorprendido lo bien que sigue funcionando hoy en día, la fuerza de sus cimientos. Sigue siendo principalmente adictivo, muy directo en su planteamiento y con una curva de aprendizaje adecuada.
La narrativa del juego también se mantiene intacta. Utiliza un tono sobrio, tibio y enciclopédico totalmente deliberado, que podría decepcionar a los amantes de la acción más cinematográfica, pero que aquí tiene todo el sentido del mundo. Es una historia sencilla, sin grandes pretensiones, que cumple sus promesas y respeta a las culturas en las que se basa. Se desarrolla en tres campañas, que incluyen la historia original de La caída del Tridente, protagonizada por el héroe Arkantos en su viaje mientras sufre los caprichos de los dioses. También ofrece otras dos historias complementarias y más cortas, centradas en la facción nórdica y en la de los titanes.
Más allá de las campañas, también vuelven las Escaramuzas, escenarios sueltos personalizables, y el modo multijugador. Se agradece mucho también la inclusión del editor, que nos permite crear desde cero nuestros propios escenarios. Con todo esto tenemos contenido para rato, como mínimo entre 25 y 30 horas de campaña, y tiempo infinito en el resto de modos. Eso sin olvidar futuros contenidos, como la facción de la mitología china que vendrá en DLC.
Respecto a la jugabilidad en sí misma, Retold ha apostado por no tocar demasiado lo que ya funcionaba, pero sí ha sido consciente de que venían bien ciertos retoques. Por ello han añadido una cuarta era a las partidas, han balanceado a la facción de los nórdicos, han modificado el funcionamiento de los poderes y hasta se ha incluido la posibilidad de modificar el comportamiento automático en la recolección de recursos para la comodidad del jugador.
Lo demás sigue intacto. Cada facción tiene sus propias unidades y edificios, beneficios únicos y mecánicas propias que ayudan a diferenciarlas sin modificar drásticamente el funcionamiento general. Será muy importante entender bien qué hace cada edificio y cada unidad, así como qué aporta cada dios menor que podemos elegir al cambiar de era. Sigue siendo crucial controlar el tempo de la partida, cómo organizamos el territorio y la exploración del mismo. Una mala decisión puede costarte la derrota, pero aprendes de ello, mejoras y la victoria acaba llegando.
En resumen, Age of Mythology: Retold, hace las cosas bien donde tiene que hacerlas. Es consciente de la calidad del producto original y lo mejora cuando es necesario. Gráficamente no es lo más puntero del mercado, aunque no le hace falta. El equipo ha sabido centrarse en traernos de vuelta un producto muy bueno y que sigue manteniendo su esencia con un merecido lavado de cara, que respeta su legado y a la audiencia. Y eso siempre hay que valorarlo.
Lo mejor
Lo peor
90/100