La promesa de Pokémon Pocket para el 30 de octubre tiene varios interrogantes por delante a la espera del acceso anticipado, uno de ellos los modos de juego. Las posibilidades para afrontar la experiencia más allá del coleccionismo tiene por ahora dos vertientes, ambas alejadas de la versión competitivo. A día de hoy no hay rankeds, pero a la espera de confirmaciones de lanzamiento es un must a la larga como en todo TCG aunque sea en versión reducida.
El surgimiento de un título como Pokémon Pocket recuerda desde los inicios a la gestación de otro Pokémon GO, aunque con características opuestas. La atracción al componente del coleccionismo en un entramado casual mucho más accesible es la puerta de entrada a millones de jugadores, pero siempre hay un nivel superior oculto. En esa convicción están los jugadores llegados del Trading Card Game original y también los jugadores más fieles de los juegos de cartas.
En las descripciones y anuncios oficiales, Pokémon Pocket despliega por ahora dos modos de juego: JcE (partidas contra la IA) y JcJ (enfrentamiento entre jugadores. Esa segunda posibilidad no tiene más características que esa definición en sí, por lo que todo apunta a la supresión momentánea de un modo competitivo con las denominadas rankeds.
La ausencia de las rankeds en una primera temporada es lógica para acrecentar las bases de un juego que no nace como algo competitivo, aunque llegará más pronto que tarde. De hecho es fundamental entenderlo así en las partidas JcJ de cara a un matchmaking lógico con el paso de las semanas. Pero Pokémon Pocket promete una evolución rápida al tener pases de temporadas de un solo mes, lo que la pista de posibles actualizaciones mensuales.
De ser así la decisión de Pokémon Pocket pasa por colocar el inicio de la aventura en abrir sobres, coleccionar, crear mazos y aprender a jugar. La idea es buena porque es una experiencia nueva para todo tipo de jugadores, incluidos los llegados del juego de cartas físico o de Pokémon TCG Live. Son reglas reducidas, busca llegar a más público y de primeras el componente competitivo puede pasar a un segundo plano.
Esta decisión es lógica con vistas a ampliar los modos y las reglas con el paso del tiempo. Desde la década de los noventa el incremento de tipología de cartas, de novedades y de reglas en el TCG son gigantescas, y poco a poco llegarán al juego de móviles de manera escalonada. Pokémon GO en los primeros años no tenía nada que ver con los combates, y apenas eran una distracción.
La prueba abierta en Nueva Zelanda debe ser el punto de inflexión para entender más hacia dónde se dirige el juego, pero la perspectiva es clara. Herramientas para coleccionar, un futuro con intercambios, aprendizaje en las partidas y llegar a todo tipo de públicos para después concentrar el juego en múltiples objetivos.
Pokémon Pocket puede triunfar por sí mismo en los combates, pero también en busca de la colección, de los cosméticos o del descubrimiento del TCG físico. Es un gancho con miles de posibilidades para la franquicia y por ello la puerta de entrada es mucho más fácil en primera instancia. Eso sí, eso no quitará que muchos élucubren desde el primer momento para descubrir cuáles son las mejores cartas y el mazo definitivo para trunfar en el meta desde el minuto uno.