TCG Card Shop Simulator, el market de éxito en Steam comandado por Rubius

La creación de tu propia tienda para empezar de cero con un TCG inventado forma parte del inicio de la aventura en TCG Card Shop Simulator. El género de los juegos de simulación con tu propio supermercado pasa de nivel con un local centrado en la compraventa de cartas a lo Magic, Pokémon o Lorcana. Y todo pasa por crear torneos, juguetear con el gacha y vender cartas a precios desproporcionados.

Disney Lorcana sale en castellano en unas semanas, Pokémon Pocket TCG llega a móviles en octubre...pero no hay nada como crear tu propio juego de cartas. Esa es la premisa de TCG Card Shop Simulator con el mismo esquema jugable de la simulación de los supermercados. Pero en este caso hay una narrativa añadida con personajes, ilustraciones y hasta sobres de un trading card game.

TCG Shop Simulator apenas lleva dos días en Steam con unas cifras muy consistentes para ser un juego pequeño recién estrenado. En sólo 48 horas el juego toca un pico de 10.000 jugadores, una cifra enorme para su entorno. Y parte del éxito es el empuje de Rubius en Twitch en la última semana.

El videojuego tiene una versión gratuita en Steam para dar los primeros pasos en la tienda con la apertura de sobres y el manejo de la tienda. Y en esa dinámica Rubius acompañó a miles de jugadores a otra oleada de juegos de simulación como otros tantos hicieron en su día. Auronplay o Ibai Llanos fueron algunos de ellos en un boom que pasó de largo...pero ahora encuentra una nueva casa.

La ventaja de este juego creado por OPNeon Games está en la base de las cartas, ya que ese TCG tiene vida propia. La creación de personajes y cartas tiene vida en otro de los juegos de la compañía: Idle Card Shop Tycoon, Idle Card Shop Tycoon 2 y Tetramon. Eso facilita mucho trabajo para el desarrollo de un videojuego sencillo porque la base artística está creada en juegos muy similares pero para móviles...y además gratuitos. Si alguien está pensando en ahorrar el dinero del próximo vez de las Magic, puede forzar a que lo gasten otros de manera virtual.