Por fin ha llegado el día. Tres años después del estreno de la primera temporada en Netflix, llegada la segunda parte (que será la última) de Arcane. La serie basada en el universo de League of Legends es ya la serie de animación más cara de la historia (Riot ha invertido más de 250 millones de dólares en producir y promocionar las dos temporadas). Pero parece que el esfuerzo económico ha merecido la pena, porque está considerada como una de las mejores series de animación de la historia (cuenta con una valoración de 100% en Rotten Tomattoes).
La primera temporada, donde nos cautivó la dramática historia en torno a las hermanas Vi y Powder (o Jinx) terminó dejando el conflicto entre hermanas y entre ciudades (Piltover y Zaun) al borde de la guerra total. Una escena final que nos dejó a todos helados, con Jinx haciendo explotar el edificio del Consejo de Piltover con buen parte del reparto protagonista allí reunido. Una explosión que aleja para siempre la esperanza de paz entre las dos ciudades y que nos dejó el interrogante sobre quién ha muerto y quién sigue vivo para comenzar la esperada segunda temporada.
La segunda temporada se dividirá en tres tandas de tres capítulos cada una. La primera tanda se estrena hoy, 9 de noviembre, y las dos siguientes llegarán el 16 y el 23 de este mismo mes. Nosotros hemos tenido la suerte de ver con antelación los tres primeros episodios, y vamos a contaros nuestras impresiones sin entrar en (demasiados) spoilers.
La segunda temporada de Arcane continúa consolidándose como una obra maestra de la animación, expandiendo tanto su narrativa como su universo visual en cada episodio. Retomando los eventos y conflictos de la primera temporada, esta continuación nos sumerge en una guerra abierta entre los ciudadanos de Piltover y Zaun, quienes viven en constante tensión y hostilidad tras años de opresión. En estos nuevos episodios, el liderazgo agresivo y brutal de ciertos personajes intensifica el conflicto, llevándonos a explorar un Piltover que no solo está al borde de la guerra, sino que se adentra en un caos casi inevitable.
La serie retoma la acción justo donde la dejó, tras el caos provocado por Jinx en el Consejo de Iltover donde ahora toca recoger los cadáveres (no diremos cúales, que hemos prometido evitar los spoilers). Con la opción de mantener la paz entre ciudades muerta y enterrada, los diferentes personajes tendrán que avanzar tomando parte en el conflicto, con la venganza como una de las grandes motivaciones. Jinx, Vi, Caitlyn, Ekko, Jayce, Victor, Mel, Heimerdinger... todos vuelven y se enfrentan a duras decisiones. Pero todo casi sin treuga. La acción y los momentos con espectaculares combates inundan la pantalla desde el minuto 3 de la serie, y hace que hayamos devorado estos tres preimeros capítulos casi manteniendo la respiración.
Cada personaje se desenvuelve en arcos narrativos tan ricos y emocionales que evitan que la serie se sienta sobrecargada a pesar de la cantidad de historias simultáneas que nos quiere contar. Las interpretaciones de voz son de una calidad extraordinaria, resaltando, entre otros, el trabajo de Hailee Steinfeld como Vi, quien logra expresar la dualidad entre su ira y vulnerabilidad. Caitlyn, interpretada por Katie Leung, se convierte en un personaje aún más profundo al debatirse entre sus ideales y las duras realidades políticas que la rodean (y las geniales voces de los actores de doblaje españoles están a la altura, como en la anterior entrega). Jinx, por su parte, sorprende con su evolución hacia un símbolo de resistencia, atrapada entre el caos y una lucha por encontrar un propósito.
El estudio de animación Fortiche vuelve a asombrar con una calidad visual impecable, que va más allá de la simple acción para capturar los momentos más íntimos y emocionales. Cada escena, cada movimiento está cargado de realismo y detalles que solo se logran en este medio, desde las expresiones sutiles hasta los enfrentamientos a gran escala. Fortiche adopta técnicas cinematográficas que añaden un peso visual y emocional a la serie, superando con creces lo que suele esperarse en la animación 3D y hasta en muchas producciones de acción en vivo.
Otro aspecto notable es la increíble banda sonora, que esta vez se convierte casi en un personaje propio de la serie. Riot Games apuesta por un enfoque musical más audaz, utilizando canciones estratégicamente para intensificar la exposición y dar ritmo a las transiciones entre tramas, logrando que cada episodio esté cargado de energía y emoción. Los nuevos temas musicales no solo embellecen la serie, sino que amplían la narrativa, ayudando a entender cómo cada decisión de los personajes afecta el universo de Piltover.
Estos tres primeros episodios de esta segunda temporada no solo cumplen con las altas expectativas de los seguidores, sino que las superan, consolidando a Arcane como una serie de animación que no tiene, actualmente, comparación. Los conflictos internos y externos de los personajes, la detallada creación de mundos, la espectacular acción y la banda sonora colocan a esta serie en una liga propia. La segunda temporada de Arcane es un viaje visual y emocional que no solo sigue los pasos de su predecesora, sino que se atreve a ir más allá, estableciendo un nuevo estándar en la animación contemporánea.