Aquí en Europa lo conocimos como Top Gear, su título original, pero en Japón y en América se conoció como Top Racer. Se lanzó en 1992 para Super Nintendo y está considerado como uno de los mejores videojuegos de conducción de la plataforma. Sus gráficos, su conducción y su extraordinaria banda sonora lo coronaron como uno de los títulos de carreras arcade más recordados, y que fue especialmente popular en Latinoamérica, sobre todo en Brasil. Ahora, gracias precisamente a un estudio brasileño, QUByte Interactive, Top Racer regresa dentro de un pack que también incluye sus dos secuelas (Top Racer 2 y Top Racer 3000) y un juego completamente nuevo, Top Racer Crossroads. Todo un regalo cargado de coches, pistas y modos de juegos para los conductores virtuales más nostálgicos, que está disponible ya para todas las plataformas.
El género de la conducción tiende en la actualidad a la simulación más realista, con gráficos en 3D que parecen reales. Pero hace tres décadas, los juegos de conducción eran igual de apasionantes, a su manera. Sagas míticas como el clásico OutRun de Sega, cuya recreativa se lanzó en 1986, nos maravillaron y marcaron el camino a muchos otros títulos que llegarían esos años y posteriores a los salones recreativos, pero también a las consolas domésticas de entonces. En este contexto llegó Top Gear (o Top Racer) desarrollado por el mítico estudio británico Gremlin Interactive y editado por Kemco. El juego fue un éxito inmediato.
Si te gustan los juegos de conducción de aquellos años, este Top Racer Collection es todo un regalo. Nosotros llevamos unos días sacando todo el partido de todo lo que ofrece top Racer Collection, y es mucho.
Lo mejor de esta colección es que, aunque diferencia perfectamente entre los cuatro títulos, la interfaz común lo presenta como si en realidad estuviéramos ante un mismo juego con un montón de opciones y modos. Esto suma más de 140 circuitos y decenas de horas y desafíos contra el crono, contra nosotros mismos, contra la IA del juego o contra otros jugadores, ya sea en pantalla partida o compitiendo con nuestra puntuación en los rankings online.
Aquel Top Gear (o Top Racer) original contaba con algunas cualidades que se mantienen en este remaster. El juego nos permitía acelerar y frenar para intentar derrapar y mantenernos dentro del trazado en las peligrosas curvas de los circuitos, pero además incluía un botón de nitro que era limitado y teníamos que gestionar para utilizarlo para realizar adelantamientos decisivos. También incluía la gestión del combustible, que se gastaba en las carreras más largas y nos obligaba a pasar por boxes para rellenar el depósito. Podíamos intentar entrar pronto a repostar o intentar apurar una vuelta más para entrar en boxes, añadiendo una capa estratégica a las carreras. El juego nos permite elegir entre 4 coches diferentes inspirados en deportivos reales y cuenta con 32 circuitos. El juego nos permite seleccionar las marchas de manera manual. Otra de sus señas de identidad era la pantalla partida: y es que, aunque juguemos en solitario, siempre tenemos un oponente principal (en este caso manejado por la máquina) cuya carrera veremos en la parte inferior de la pantalla.
Top Gear 2, la secuela, salió al mercado un año después, en 1993, sus gráficos tenían un toque más realista y añadía la gestión de los daños del coche, que sufría por los golpes con los obstáculos de dentro y fuera de la pista. En las carreras se pueden recoger recursos para mejorar el rendimiento y añadía la obligación de cambiar los neumáticos en mitad de las carreras. La secuela cuenta con 64 pistas.
Top Gear 3000 llegó en 1995 y sus desarrolladores decidieron sacar la franquicia más allá del planeta Tierra. Así, con un toque de ciencia ficción, colocaron sus circuitos por todo el sistema solar. Mil años en el futuro tenemos que correr en 47 circuitos de diferentes planetas en una competición interplanetaria. A la conducción arcade de sus anteriores entregas se añade aquí las mejoras futuristas como los motores de fusión nuclear y armaduras de titanio-cobalto. Las pistas contaban con carriles con zonas de recarga del nitro o de algunas habilidades extra (como armas, saltos sobre los oponentes o imanes para frenar a los otros coches) y zonas que reparaban los daños del vehículo.
A la remasterización de los tres juegos originales de la franquicia, los desarrolladores han añadido un cuarto juego, Top Racer Crossroads, un título completamente nuevo pero que captura toda la jugabilidad clásica de la saga. Con nuevos circuitos y cuatro nuevos coches, el juego recupera el nitro y la gestión del combustible.
Al final, con la mezcla de los cuatro títulos, el juego cuenta con más de 140 trazados para disfrutar en distintos modos: cada juego cuenta con una campaña en la que hay que superar toda clase desafíos en todos los trazados, o también podemos jugar contra el crono en las carreras Time Attack o seleccionar una carrera a nuestro gusto en las Carreras Rápidas.
El juego ha añadido un modo Custom Cup en el que podemos crear nuestra propia competición a nuestro gusto, eligiendo cuatro trazados de cualquiera de los 140 de los cuatro juegos y montar nuestra partida, en solitario, o con hasta 4 amigos a pantalla partida. El modo versus nos permite partidas a pantalla partida en cualquiera de los juegos y también podemos competir con nuestras puntuaciones en los rankings online.
En cuanto a la interfaz y los controles son completamente personalizables. En pantalla podemos ver el juego con su aspecto y ratio original o ampliarlo de manera vertical, manteniendo su proporción con bandas laterales o, si lo preferimos, estirar la imagen para colocarlo en 16:9. También podemos ponerle diferentes filtros CRT para emular cómo se veía el juego en las míticas pantallas de tubo de los años 90.
En definitiva, todo un chute de nostalgia que llega realmente cuidado, remasterizado con mimo para traer la experiencia de conducción retro de los originales a las consolas y PC modernos, pero manteniendo el sabor cásico de cada título. Encima con suficientes extras, nuevos modos y un título completamente nuevo. Un gran trabajo de QUByte Interactive resucitando una saga clásica.