Senua’s Saga: Hellblade II, un viaje épico de violencia y redención
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Ninja Theory nos ofrece la continuación del viaje de Senua, potenciando todo lo que nos enamoró de la entrega original.
En 2017 Ninja Theory, un estudio independiente ubicado en Cambridge, Reino Unido, sorprendió al mundo con un videojuego que se hartó de recoger premios y colarse, por sorpresa, en las quinielas de mejor juego del año en casi todos los certámenes serios que se celebran en medio mundo. Aquel Hellblade: Senua’s Sacrifice, calificado por sus creadores como ‘indie triple AAA’ (porque contaba con la tecnología y el acabado de una gran superproducción, pero el espíritu y el riesgo de una obra independiente), se llevó el BAFTA a mejor videojuego del año y el Premio a Mejor Videojuego Independiente en The Game Awards aquel 2017.
En 2018 Ninja Theory pasó a formar parte de Xbox Game Studios y desde entonces, a pesar de no ser ya un estudio independiente, continuaron trabajando en una secuela con el mismo espíritu que la entrega original. Senua’s Saga: Hellblade II es una experiencia que repite y mejora el extraordinario y perturbador viaje de Senua que vivimos en la primera entrega. La secuela vuelve a ser una enorme aventura narrativa con un abrumador apartado técnico, casi cinematográfico, que presume de una técnica de captura de movimientos y gestual que nos deja sin aliento y que hace que, verdaderamente, veamos a los actores interpretando sus papeles como los personajes del juego. Y a esto se le une una banda sonora magistral y un trabajo de sonido y voces que tiene pocos juegos que se le puedan comparar. Y sí, hay mecánicas de combate, algo de exploración y puzles en el juego, y funcionan, pero vuelven a ser secundarias.
Senua’s Saga: Hellblade II vuelve a poner el foco en la enfermedad mental, en la psicosis de su protagonista, y vuelve a hacerlo para visibilizar esa realidad y concienciar sobre la importancia de pedir ayuda y de recibirla. A pesar de integrarse en Xbox Game Studios, con todas las ventajas y los recursos a su disposición, los componentes de Ninja Theory se han mantenido fieles a su idea, han seguido potenciando lo que creyeron mas importante en el videojuego original y por eso esta secuela no pierde la esencia que nos maravilló en la primera entrega. Y sin querer engañar a nadie, ya como ocurrió en la primera entrega, sus responsables nos avisan que Senua's Saga es una experiencia de duración más corta que la duración promedio de un juego ‘triple A’ y que, precisamente por eso, el título llega con un precio reducido (49,99 euros o dentro de Xbox Game Pass) y se distribuye únicamente en formato digital.
El viaje de Senua pone rumbo al norte
Muchas veces decimos eso de que no es estrictamente necesario haber jugado a la primera entrega de un videojuego para disfrutar de su secuela, pero en este caso tengo que decir que no es así. A ver, no digo que no pueda ser disfrutable como obra única pero, en el caso de la ‘Saga de Senua’, pues diría que es imprescindible haber vivido la experiencia de la primera parte. Eso sí, hay un fabuloso vídeo que resume la historia del primer juego que merece mucho la pena ver. Pero digamos que está más pensado para recordar los puntos importantes del primer juego, recordar cómo transcurrió todo, más que para poner al día a los que no jugaron aquel. Digamos que si no ‘viviste’ o ‘sentiste’ todo lo que ofrece la experiencia de Senua’s Sacrifice, vas a estar muy perdido en todo lo que pase a continuación.
En el juego, nos volvemos a meter en la piel, o mejor dicho en la mente, de Senua, tras el alucinante viaje de la primera entrega, donde nuestra guerrera consiguió vencer algunos de sus miedos y se reconcilió con las distintas voces que aun resuenan en su cabeza. Pero no hay paz para Senua hasta que no cumpla su promesa de cortar de raíz el origen de la destrucción de su pueblo y sus seres querido. Y eso la conduce al norte, hasta donde viven aquellos que mataron a su gente y los captura para convertirlos en esclavos.
Así la aventura comienza con Senua a bordo de un barco de esclavistas de ‘hombres del norte’, camino de su tierra, convertida en esclava. Los hombres del norte son vikingos y la tierra a la que viaja es la Islandia del siglo X, que ha sido recreada de manera ‘fotográfica’ gracias a cientos de instantáneas de la isla y de grabaciones realizadas por el estudio de desarrollo. Pero, justo antes de tocar tierra, una tormenta hace que el barco de Senua naufrague frente a las costas islandesas. Tras salvar la vida de milagro y gracias a las voces en el interior de su cabeza que no dejarán de hablarnos durante todo el juego, Senua comienza su viaje de redención en un tierra extraña y hostil.
Ya hemos dicho que a nivel gráfico estamos ante una auténtica barbaridad de juego, con unos entornos que parece completamente reales y un aspecto y movimientos de nuestra protagonista, y del resto de personajes que parece completamente una película. El sistema de captura de movimientos y rasgos faciales de los actores de Ninja Theory ha evolucionado desde la primera entrega de manera sorprendente y ahora todo es mucho más real. Es increíble ver cómo se mueve y cómo reacciona Senua a cualquier estímulo, a cualquier movimiento o a cualquier elemento del terreno: andar, pararse y girar para mirar alrededor, trepar, descolgarse por unas rocas o agacharse para pasar bajo un árbol. Todo parece nuevo y parece que nunca se repite del todo. Es realmente increíble.
Cuentan desde Ninja Theory que en el primer juego habilitaron una sala de reuniones de sus oficinas para montar el ‘estudio’ de captura de movimientos del primer juego. Ahora, con la secuela, han contado con un plató gigantesco en el que montar y capturar todas las escenas, para después digitalizarlas. En él llegaron a recrear una plataforma con el tamaño de un barco para rodar los movimientos de Shenua y el resto de actores en la escena inicial y para rodar todos los movimientos y coreografías de los combates invirtieron 69 días (en el primer juego grabaron todos los combates en tan sólo dos jornadas). Y el resultado es increíble.
Más narrativa, menos mecánicas
Esta continuación de la epopeya de Senua mantiene y potencia la experiencia que vivimos en el título original, por lo que el peso del juego se lo lleva la aventura narrativa, con su fuerte inmersión cinematográfica potenciada por la maravilla visual que nos rodea y el extraordinario trabajo de audio que, otra vez, se disfruta al 100% si utilizamos unos auriculares. Y es que las voces que resuenan en la cabeza de Senua tienen que resonar en la nuestra, y como han sido capturadas con tecnología binaural, utilizar unos auriculares hace que sintamos cómo provienen desde distintas direcciones en el interior de nuestra cabeza. De verdad, no jugar con auriculares este juego es un auténtico sacrilegio. Pero, como pasó con el primer título, las voces son las delo actores originales en inglés (podremos ver en pantalla los subtítulos en castellano).
Pero, como pasó en el primer título, a pesar del protagonismo de la aventura narrativa esto no es un ‘walking simulator’ sino que contamos con mecánicas de exploración, resolución de puzles y combates. Senua tendrá que empuñar de nuevo su espada y enfrentarse a una larga lista de enemigos en batallas uno contra uno. Pero ya en el primer juego vimos que los combates no eran demasiado y aquí ocurre lo mismo, incluso puedo decir que aquí el peso de los combates es aun menor. Aún así, el sistema de combate es altamente satisfactorio, con todo el peso en las esquivas y bloqueos y en el poder de concentración de Senua (ligado a su espejo) que nos permite tener un momento que ralentiza el tiempo y en el que podemos contraatacar de manera brutal contra nuestro oponente.
Los enemigos son variados y van apareciendo distintos y más complejos oponentes a medida que avanzamos en la aventura. Pero aquí sólo nos enfrentamos a los enemigos de uno en uno, no ocurre que tengamos que prestar atención a varios a la vez como si ocurrió en la primera entrega. Aquí la acción se enfoca en un solo oponente y, una vez derrotado, aparece el siguiente ante Senua. Eso sí, las batallas están coreografiadas, con escenas cinematográficas que enlazan los distintos combates dentro de una batalla masiva, de manera magistral. Los combates son como objetivos que hay que ir completando para hacer que la acción cinematográfica, que la narración, avance. Los combates no ofrecen mucha dificultad, aunque algún enemigo nos lo pondrá un poco más crudo, lo que deja de nuevo muy claro que la narración prima sobre cualquier mecánica.
En el juego vuelven a aparecer los puzles que tenemos que completar para poder avanzar en muchos momentos. Los puzles nos hacen interactuar con nuestro entorno, explorar para buscar pistas y patrones, para poder elaborar los símbolos que nos permitan abrir algún elemento que nos impide seguir nuestro camino (que es casi completamente lineal). De manera similar a lo que ocurría en el primer juego, hay quedar muchas vueltas en algunos entornos para conseguir desbloquear los patrones que nos otorguen el conocimiento para poder avanzar. Los puzles son sencillos en sui mayoría, y solo requieren de explorar y buscar respuestas sencillas en nuestro entorno.
Esa linealidad de la aventura se puede romper, en algunos momentos, para salirnos del camino marcado y descubrir algunos coleccionables escondidos. Hay de dos tipos en el juego: unos tótems que nos descubren símbolos que completan una historia de la mitología nórdica y unos árboles con joyas incrustadas que sólo descubriremos si detectamos unas caras esculpidas en la roca. Buscar estos coleccionables por el escenario y completarlos todos puede hacer más larga y pausada esta aventura que puede llevarnos, de manera muy similar al primer juego, entre las 7 y 9 horas de juego. Eso, o rejugar la aventura para explorar un poco más, algo muy recomendable ya que al terminar por primera vez la historia principal se desbloquearán nuevas voces de narradores: las de los actores secundarios de esta aventura.
Y es que los personajes secundarios del juego son una de las novedades de la secuela con respecto al original. En la historia Senua irá reuniendo un grupo de aliados, o aliados forzosos, que formarán un interesante grupo de guerreros que enfrentarán la amenaza que ha arrasado las tierras del Norte. Estos personajes son muy importantes para la historia y para la propia Senua y sus propias narrativas, motivaciones y miedos forman parte de todo lo que esta entrega quiere contar. También les cogeremos cariño y las actuaciones de sus actores son igual de impresionantes que las de la propia Melina Juergens (la actriz que encarna a Senua).
Conclusiones de Senua’s Saga: Hellblade II
No queremos entrar en detalles que fastidien la experiencia de juego a nadie, así que no quiero hablar mucho más de la historia, de los acontecimientos del juego o de todo lo que pasa dentro y fuera de la cabeza de Senua. Prefiero dejarlo aquí y que lo descubras cuando te enfrentes a este título, que no es un juego de acción convencional, sino una aventura que quiere contar una o muchas historias, hacerte pensar, reflexionar, enamorarte de su protagonista, empatizar con ella y llorar y reír en cada uno de sus épicas escenas. Un título que, pese a prescindir de muchas mecánicas de juego y centrarse casi exclusivamente en su aspecto narrativo y cinematográfico, consigue despertar todo tipo de emociones en el jugador. Y de eso se trata, ¿no? Personalmente, he disfrutado tanto como con la primera entrega y me parece que la propuesta de Ninja Theory es igual de valiente e innovadora. Y mucho mas grande a nivel técnico.
Lo mejor
- La experiencia narrativa es una auténtica maravilla y lo que cuenta merece mucho la pena.
- Los gráficos y su tecnología de captura de movimientos y gestos nos deja sin palabras.
- El audio del juego es impactante y su banda sonora magistral.
Lo peor
- Nos encantan los combates, pero hay muy pocos.
- Hay menos jefes finales y no oponen casi resistencia.
90/100