Autopsy Simulator: diseccionar cadáveres nunca fue tan entretenido

Estamos acostumbrados a ver videojuegos de simulación de muchas profesiones, desde los granjeros a los conductores de autobús o metro, pasando por los arquitectos y constructores de edificios, o las propuestas más locas que nos meten en la piel de un montador de PC’s, un cirujano, un técnico de demolición o el gestor de una mazmorra plagada de trolls y demás engendros diabólicos. Pero, a pesar de haber visto ya casi de todo, el anuncio de Autopsy Simulator nos pilló de sorpresa. Un juego que nos pone en el papel de un forense y nos invita a diseccionar cuerpos, serrar cráneos y meter los dedos por entre las vísceras de un cadáver para buscar pistas para determinar la cusas de su muerte.

Cuando se anunció el juego y vimos sus primeros vídeos y materiales promocionales, ya avanzamos que el juego, a pesar de su llamativo título, no era exactamente un simulador, sino que tenía detrás mucho de aventura gráfica, aventura narrativa y juego de terror. Una mezcla de géneros que, como sus responsables aseguraban, se entremezclaban con las prácticas realistas de autopsias a distintos cadáveres, utilizando las técnicas, procedimientos y herramientas propias de estos profesionales, de los cuales unos cuantos han asesorado al equipo para desarrollar el juego.

Ahora, ya hemos completado la historia que nos propone este Autopsy Simulator y ya podemos decir que tiene poco de simulador y mucho de aventura narrativa. Eso sí, una historia que te atrapa y que nos ha mantenido aferrados al bisturí hasta el final.

Un forense es apuros

El juego nos pone en la piel de un médico forense cuya vida actual es un auténtico caos. Acaba de perder a su esposa y su situación metal es muy delicada, con un grave problema de alcoholismo, enganchado a los tranquilizantes y refugiado en lo único que consigue que no piense en su pérdida: su trabajo. Y a su trabajo nos ponemos. Nuestra labor en la clínica forense nos llevará a inspeccionar los cuerpos, abrir los cadáveres, extraer sus órganos, tomar muestras de tejidos o de fluidos para examinarlos en el laboratorio y toda clase de tareas extremadamente desagradables, mientras tomamos nota de todo y extraemos conclusiones y determinamos las causas de las muertes.

El juego nos enseña cuáles son los procedimientos y protocolos que siguen los médicos forenses para desentrañar los secretos que puede ocultar un cadáver y utilizamos herramientas, materiales y técnicas reales (al menos, los disponibles en los años 90, cuando está ambientado el juego). Pero no estamos ante un simulador, ya que el proceso está completamente guiado. El título nos va pidiendo la siguiente tarea que tenemos que hacer, ilumina como un árbol de navidad la herramienta u objeto que tenemos que seleccionar para el siguiente paso y nos presenta pequeños mini juegos de habilidad para completar una tarea: serrar una cabeza, cortar en dos un estómago o separar unas costillas.

Pero no hay opción al error en la mesa de autopsias. Es decir, no podemos cortar mal con el bisturí o equivocarnos y sacar un pulmón en lugar de un riñón. Todo está dirigido y solo podemos completar la tarea que se nos encomienda. Por ejemplo, a la hora de coger el bisturí, no podemos cortar por donde nos apetezca, sino sólo seguir la ‘línea de puntos’ para hacer un corte abdominal perfecto que nos permita abrir el cadáver. Si presionamos el ratón para intentar hacer un corte por donde no corresponde, el juego no nos hace ni caso. Pero a ver, convengamos en que esta decisión es entendible porque, ¿te imaginas que te permitiera cortar y diseccionar a lo loco sin ningún tipo de limitación? No queremos imaginar los vídeos de Youtube.

Pero, más allá de entender la decisión, lo que queda claro es que aquí no hay simulación ninguna. Los momentos sobre la mesa de autopsias son interesantes, porque aportan un montón de información muy precisa y fidedigna del trabajo de los forenses, pero el jugador no toma ninguna decisión, sino que solo sigue las tareas con sencillísimos puzles de habilidad. Al final, como hemos dicho, es una mera aventura narrativa que pone el peso en los casos, su resolución y la historia del forense que hace de hilo conductor de su interesante argumento.

Y es que, a medida que vayamos viviendo la caótica vida de este forense iremos descubriendo una historia muy oscura y con toques de terror que se convertirá en el único aliciente para seguir adelante. Porque, por muy realista que sean las autopsias, cuando has extraído y vaciado un estómago para rebuscar entre los restos de alimentos a medio digerir, ya no necesitas hacerlo dos veces. Eso sí, la historia a mi me ha enganchado y he completado el juego porque necesitaba ver a dónde me llevaba. Y me ha dejado un buen sabor de boca (bueno, en realidad un sabor de boca muy desagradable, pero una historia apasionante).

Vísceras si, genitales no

Como ya hemos dicho, el buen puñado de autopsias que tenemos que llevar a cabo durante la aventura son muy rigurosas, se han basado en casos reales y sus procedimientos y técnicas están avaladas por forenses profesionales que han colaborado con el equipo de desarrollo. Así realizamos fotografías de las lesiones de los cadáveres, tomamos muestras de tejidos o de evidencias en su cuerpo, abrimos heridas, sacamos fluidos o analizamos el estado de sus órganos internos. El protagonista tiene conversaciones con policías, con otros profesionales médicos y consulta informes y todo lo relacionado con los casos que llegan a su mesa de autopsias, todo para intentar hilar el relato de la muerte y averiguar sus causas exactas.

El título cuenta con un buen apartado gráfico, jugamos con una perspectiva en primera persona y tenemos ante nosotros los diferentes cadáveres completamente desnudos, en todo su esplendor y su rigor mortis. Y podemos acceder a todos los lugares de su cuerpo, por dentro y por fuera, sin casi censura. Y decimos casi porque los genitales de los cadáveres están pixelados (también los pezones). Una decisión un tanto llamativa. Podemos abrir un cadáver y hurgar entre sus entrañas y disfrutar del espectáculo en alta definición y con súper zoom, pero no podemos ver sus genitales.

Conclusiones de Autopsy Simulator

El juego de Woodland Games es una aventura narrativa, una experiencia lineal que nos atrapa más por la historia que quiere contarnos, un thriller policiaco que termina derivando en una apasionante película de terror, que por su jugabilidad que imita el trabajo de un forense en una morgue de los años 90. No se trata de un simulador, pero es interesante conocer los métodos y técnicas forenses y cómo estos profesionales son ‘detectives de los muertos’, capaces de precisar la muerte de una persona sólo analizando las evidencias médicas de su cuerpo. Una experiencia interesante si te gustan las buenas historias pero que te recomendamos que abordes después de haber comido. ¡Ah, y no intentes esto en casa!

70/100