Tras años de espera, Core Keeper lanzó al fin su versión 1.0. No eran pocos los que llevaban esperando este momento desde 2021, cuando llegó su early access, enamorando de inmediato a todos los que lo probaban. Y ahora con su versión terminada y mejorada, es la prueba definitiva de encontrarnos ante uno de los juegos del año, ideal para cuando buscas relajación en un título de libertades casi infinitas. Y más ahora que ha evolucionado a infinito con esta versión 1.0, con numerosos biomas, novedades, secretos y mecánicas que no dejan indiferente ni al más experto del título de Pugstorm.
Aunque las comparaciones son odiosas, es una fusión perfecta entre Stardew Valley y Minecraft, con el caos inicial de este segundo. ¿Qué tengo que hacer? ¿A dónde voy? Pues lo que tú quieras, con la ventaja de ir conociendo todo este nuevo mundo al que hemos llegado a través de una extraña reliquia.
Todo comienza con la creación del mundo y de nuestro personaje. En el primer caso, podremos seleccionar una serie de opciones en cuanto a calibrar la dificultad, así como la densidad mineral, la red de túneles, lagos, etc... Aunque de primeras, es mejor no tocar nada, hasta entender cómo funcionan los casi infinitos mundos. Llevándonos a minas creadas de manera procedural, por lo que cada partida será distinta. Aunque pudiendo copiar y compartir la semilla de nuestro mundo.
En cuanto al personaje, lo más significativo será el elegir una ocupación inicial. Nada que no sea definitivo ni demasiado significativo, pudiendo elegir entre Explorador, Minero, Luchador, Chef, Jardinero, Comando, Pescador, Hechicero, Brujo y Nómada. Todos ellos, salvo el último, con una serie de ventajas iniciales a elegir. Como el pico de cobre del Minero, o el farol pequeño del Explorador.
Y luego llegó la hora de excavar. Es aquí donde empezaremos a probar las mieles de este titulazo. ¿Sois unos viciados de la mina de Stardew Valley? Pues aquí tendremos la misma experiencia, multiplicada con la destrucción y construcción propia de Minecraft. Pudiendo modificar todo el terreno a nuestro antojo. Aunque la aventura no va de eso, al menos en sus primeras horas. Lo primero es excavar para encontrar minerales, que podremos ver cómo brillan en la oscuridad para poder llegar hasta ellos.
El objetivo será activar el núcleo mediante los cristales de tres misteriosas rocas. Las cuales conseguiremos con los tres jefes iniciales. Para más adelante, conseguir objetivos mucho más avanzados. Pero eso es una tarea futura. Pues primero deberemos equiparnos como es debido. Y para ello necesitamos una base sólida, con mesas de trabajo mejoradas, cocinas, hornos, y todo tipo de herramientas que iremos descubriendo a medida que avanza nuestra aventura.
Cada trozo de madera, de tierra, arena o césped puede llegar a sernos útil. Y cuidado con el síndrome de Diógenes, porque también habrá que aprender a tirar aquello que no nos vaya a ser útil. Para todo lo demás, podremos crear un gran lote de cofres donde ir organizando los diferentes tipos de materiales. Ganando mucha utilidad el dejar los de crafteo en un cofre adyacente a las diferentes herramientas, pues de este modo reconocerá de inmediato todo lo que haya en su interior.
Más adelante, iremos descubriendo cofres cerrados con llave, siendo éste el otro gran objetivo de Core Keeper. Y descuidad, porque si golpeamos los cofres podremos sumarlos al inventario para llevarlos a nuestra base, y poder abrirlos a medida que consigamos dichas llaves.
Cada acción en Core Keeper nos irá dando experiencia. Y con ella, podremos asignar puntos de rangos que mejoren nuestras habilidades. Debiendo elegir sabiamente entre las diferentes ramas, pues en el largo plazo solo podremos seleccionar uno de los caminos completos, y una habilidad adicional.
La enorme ventaja de este juego es que siempre contaremos a mano con la opción de construirnos picos, palas, cofres y una mesa de trabajo, además de antorchas. Por lo que casi nunca nos vamos a ver atrapados del todo. Solo necesitaremos madera, la cual abunda bastante por casi toda la mina, y también podremos plantarla para que crezca, e ir cortándola poco a poco para tener un suministro constante.
Hablamos de un juego con una enorme competencia en lo suyo. Y como muchos de ellos, Core Keeper es capaz de enamorar de inmediato. Un juego que engancha dada la inmensidad de todo lo que podemos hacer, y donde el tiempo transcurre sin que nos demos cuenta al no haber noche y día. Siempre habrá tareas pendientes. Siempre querremos seguir expandiendo nuevos túneles, mejorando la base, construyendo raíles, preocupándonos del huerto, de los hornos, de la cocina, de mejorar nuestro equipo. Un juego top al que dedicar horas infinitas, con un multijugador que explota por mil la experiencia de juego.
Lo mejor
Lo peor
87/100