La tragedia que marca la vida de Mohamed

La vida del nuevo entrenador del Celta, Antonio Mohamed, está marcada por una gran tragedia: la muerte de su hijo Faryd con tan sólo nueve años. El pequeño falleció en 2006 después de estar hospitalizado durante cuatro días con graves lesiones, producto de un accidente de coche, en el que el vehículo en el que viajaban el 'Turco' con su hijo y unos amigos fue embestido por detrás por un automóvil conducido por un joven alemán de 22 años.

El suceso ocurrió en la autopista A4 entre Dresde y Eisenach, cuando se dirigían al aeropuerto de Frankfurt tras haber presenciado en Berlín el partido entre Argentina y Alemania por los cuartos de final del Mundial. Un accidente terrible que un año después recordaba así Mohamed en una entrevista.

Lo ocurrido, en palabras del 'Turco'

Lleva tatuado el nombre de Faryd y así se llama también el campo que emplean los chicos de la cantera de Huracán "Todo pasó cuando terminó el partido con Alemania. Éramos un grupo de 12 amigos. Yo, el último día antes de viajar decidí llevar a mi hijo Faryd al Mundial, porque él me lo había pedido como regalo. Habíamos alquilado dos motorhome unos seis meses atrás y nos dividimos. Eran las 5.25 horas, ya era de día, había un sol fuerte", empezó diciendo el argentino, que siguió con el relato:
"Veníamos por el carril derecho en una autopista de tres carriles y un Mercedes Benz nos chocó por atrás a 190 kilómetros por hora. Nuestra camioneta se abrió en dos, la parte de atrás quedó dando vueltas en la ruta y la de adelante cayó hacia una calle. Cuando yo estoy en el accidente, me pongo de pie y veo mi pierna caliente, la miro, estaba colgada tipo película. No podía caminar y le tiraba cosas a mi hijo, que estaba a unos metros, para ver si reaccionaba. Finalmente un amigo lo buscó debajo de los escombros de la camioneta y tenía vida".
"Cuando fue el accidente, yo iba durmiendo y siento un golpe, y después como que te tiran en una bolsa a un sótano vacío. Veo el accidente, los gritos" Los daños: "A mí, cuando me hicieron tomografías, me dijeron lo que tenía, una triple fractura expuesta en la pierna y las costillas quebradas. Yo estaba en un hospital, a 30 kilómetros de mi hijo. Faryd sufrió golpes durísimos, el más fuerte en el cráneo. Lo intervinieron, le abrieron la cabeza porque seguía creciendo el cerebro. Tenía órganos dañados como el hígado; cuando lo desenchufaron, dejó de respirar, lo preveíamos y lo pasamos con él". 
"A mí me operaron y cuando me iban a hacer otra operación, detectaron una infección; ahí me asusté bastante. Aparte de todo esto, me hicieron un injerto, me sacaron parte de mi brazo izquierdo porque al ser tan fuerte el golpe, todas mis arterias y venas desaparecieron, quedó el hueso, nada más. Si no hacían el injerto, me tenían que cortar la pierna", añadió.

Después, el éxito

Un año después de esta terrible tragedia, Mohamed logró el éxito, tal y como su hijo quería. El 'Turco' logró el ascenso con Huracán, una promesa que le hizo al pequeño Faryd cuando se hizo cargo del equipo. "Es para mi hijo, es para mi hijo", sollozó el argentino cuando el equipo de sus amores logró el tercer gol que certificaba el éxito.