Sonrojo en La Romareda y el Zaragoza ya duerme en puestos descenso
Cuando parecía que no se podía tocar fondo, el Real Zaragoza - Granada fue solo un ejemplo más de que el conjunto blanquillo sigue en caída libre y nadie parece dar con una solución. Jugadores apáticos y un entrenador sin valentía fueron una mezcla explosiva que derivó en un sonrojo mayúsculo en La Romareda. Nueva derrota del equipo aragonés con el agravante de que, en esta ocasión, la actitud de algunos futbolistas generó más preocupación y enfado en el público.
Ciertamente el partido no comenzó de la mejor manera. Desgraciadamente solo iría a peor. El Granada, que si ganaba se instalaba en el liderato, fue demasiado equipo para un Real Zaragoza que siempre pareció un juguete en manos de los nazaríes. Lo único a destacar en el bagaje ofensivo de los hombres de Alcaraz, fue una internada de Benito por el costado izquierdo. Consiguió forzar una falta, pero ahí quedo todo el peligro. Eso, y un disparo lejano de Pombo que despejó Rui Silva a córner, pero la ocasión del 'Tigre' llegaría ya con el 0-1 en contra.
Porque entre medias, Fede Vico aprovechó la enésima pifia defensiva del curso para adelantar al Granada. Vadillo, que más adelante marcaría el 0-2, disparaba con muy mala intención para que Cristian tuviera que despejar en área pequeña. Allí fue donde llegó Fede Vico completamente. La defensa blanquilla se quedó paralizada y hasta dos hombres del cuadro andaluz estaban con la escopeta preparada frente a Cristian. A bocajarro, pero con calidad y por el palo corto, el ariete del cuadro visitante pondría el 0-1 y empezaba a instalar el pánico en La Romareda.
Las malas noticias, por si fuera poco, fueron llegando a cuentagotas. Simone Grippo caía lesionado de la rodilla derecha. Muy mala pinta a la espera de novedades. Fue en una maniobra de Vadillo que a punto estuvo de marcar, si no llega a ser por Cristian. Poco después, Benito, que estaba siendo junto a Pombo de lo poco (muy poco) bueno del cuadro aragonés, vería cartulina amarilla por falta sobre Pozo. Fue una de las primeras acciones con consecuencias del lateral, porque esa falta terminaría siendo el 0-2 de Vadillo con un lanzamiento magistral ante el que nada pudo hacer Cristian.
¿Cuál fue la segunda acción de Benito? Pues tiene su miga. Porque al borde del descanso el defensa pareció decir basta y decidió irse a la ducha antes de tiempo. En una acción absolutamente innecesaria, decidió agarrar a Pozo cuando el jugador ponía la directa hacia el carril derecho. Autoexpulsión y regalo al Granada de un jugador que empañó lo poco bueno que hizo con una roja demasiado infantil para estar jugando en Segunda División.
Ataque de nervios
El vestuario no está bien y eso se notó antes del descanso. Tras una acción en la que un jugador del Granada simuló agresión de Buff -Vicandi Garrido no pitó ni falta- Cristian Álvarez perdió la cabeza y se montó el lío con empujones, increpaciones y momentos de tensión. No terminó ahí la cosa, porque en el túnel de vestuarios la trifulca tuvo su segunda parte.
Entre tanto, la segunda parte comenzó con Delmás entrando al terreno de juego para tapar el hueco que decidió dejar Benito antes de tiempo y sacando a un intrascendente Buff del césped.
Por lo demás, en el segundo acto, la vida siguió igual. Lo único que no se le pudo reprochar al Real Zaragoza fue que lo intentó. Pero ni le salió nada ni supo conectar sus líneas. En el banquillo, Lucas Alcaraz -que tuvo que gastar dos cambios por las circunstancias del partido- quizá tuvo tiempo para reflexionar en su falta de valentía. O en el continuísmo que le está otorgando a un equipo que antes no carburaba y que ahora aún avanza menos. Javi Ros, por cierto, no tuvo ni un minuto de juego. Zapater, 90 minutos.
Pocas ocasiones claras, por no decir ninguna, tuvo el Real Zaragoza. Marc Gual le puso más entrega que acierto y terminó fundido, dejando su sitio en el césped a Soro. La Romareda, viendo que gran parte del partido se jugó entre el centro del campo y la parcela de terreno correspondiente al conjunto aragonés, mostró su enfado y se empezaron a escuchar los primeros cánticos en la grada. El respetable cantó que está de esta situación hasta los 'bemoles'. Después, decidió tomárselo con más ironía y coreó durante un rato varios 'olés' en una de las posesiones infructuosas del equipo de Alcaraz.
Con este panorama, y sabiendo que el lunes era día laborable, muchos aficionados se fueron antes, bastante antes, del final del partido. Con el pitido final, el Granada durmió como líder un año después y el Real Zaragoza en descenso. Fue abucheado por el respetable y los jugadores se acercaron a pedir disculpas a la grada de animación de pie. Va a ser una semana larga. Mucho.
