El triunfo del juvenil y las perlas que abandonaron la cantera

Frente a la delicada situación que ha vivido el Real Zaragoza durante la temporada, la gran alegría para el club blanquillo ha llegado desde la cantera. Numerosos jugadores han alcanzado las últimas campañas el primer equipo; el Deportivo Aragón busca el regreso a 2ªB con un equipo de jóvenes talentosos y la guinda, la primera Copa de Campeones conseguida por el equipo juvenil.

Precisamente este último ha sido el gran logro de la cantera blanquilla esta campaña. Poco habituales en la Copa de Campeones, los juveniles del Real Zaragoza han sido capaces de alzarse por primera vez con el torneo, mostrando un juego solidario, de talento individual, pero muy especialmente basado en el trabajo colectivo. Un hito para un club modesto como este Real Zaragoza, que durante las últimas campañas ha sido exportador de talento.

Una situación que no es nueva. El pez grande siempre se ha comido al chico. Y a nivel futbolístico, el talento siempre se machó de equipos más pequeños hacia los más grandes. Un ejemplo en este sentido podría ser el caso de Ignacio Camacho, que abandonó las categorías inferiores del club aragonés para recalar en el Atlético de Madrid. Con el equipo rojiblanco debutó en Primera antes tomar rumbo a Málaga, y de ahí al Wolfsburgo alemán.

Vallejo y Darío al Real Madrid

Dinámica que durante las últimas temporadas se ha acrecentado. La crisis deportiva y económica del Real Zaragoza ha abierto las puertas de la Ciudad Deportiva a numerosos jugadores que han tomado rumbo en distintos destinos. Otro de esos ejemplos, Jesús Vallejo (1997). Tras debutar con el primer equipo y todavía en edad juvenil firmó con el Real Madrid, con el que esta campaña ha anotado su primer gol. Una operación en la que también se marchó el portero Darío Ramos (1999), que esta temporada sufrió una grave lesión de rodilla durante su estancia en el Albacete.

Millán y Morlanes al Villarreal

También en una operación doble salieron hacia Villarreal Millán (1999) y Manu Morlanes (1999). Por una cantidad que rondó el medio millón de euros, ambos jugadores acabaron en el equipo castellonense, en el caso de Morlanes, con apenas 13 años. Mientras Millán busca su hueco entre el Villarreal C –con el que ha anotado 16 goles en Tercera– y el filial, aún con apenas 19 años. Por su parte Morlanes ya ha debutado, tanto en LaLiga Santander como en Europa League, en una temporada en la que también ha jugado con el filial en 2ªB.

Los casos de Alastuey y Fernandes

Por último, dos de los que bien pueden ser los mayores talentos salidos de la cantera durante los últimos años como Jorge Alastuey (2003), hermano del juvenil Nacho Alastuey y Paolo Fernandes (1998). El primero, criado en Stadium Casablanca, recaló en alevines en el Real Zaragoza y se marchó al FC Barcelona todavía en categoría infantil. El aragonés es un ejemplo en La Masía, capitán en el cadete y con un expediente académico impecable. El pasado mes de enero sufrió una grave lesión de rodilla que le ha hecho parar su progresión. En el caso de Paolo, de origen caboverdiano, se crió en el Balsas antes de llegar al equipo blanquillo. En 2013, tras una temporada en el Cadete B del equipo aragonés puso rumbo al Manchester City por 200.000 euros. Tras su paso por las inferiores del equipo británico, la última temporada la ha pasado cedido en el NAC Breda neerlandés, tanto en la máxima categoría como en el equipo sub 21.

Apenas un puñado de ejemplos del talento que ha abandonado el Real Zaragoza durante las últimas temporadas y que debe abrir una reflexión sobre el futuro que le espera a los recientes campeones, así como a otros talentos como los del Deportivo Aragón o el propio Soro, que el club debería tratar de retener salvo oferta irrechazable.