Una pobre pretemporada y sus impredecibles consecuencias

Dentro de la satisfacción general mostrada por Víctor Fernández en su última rueda de prensa, el técnico aragonés tuvo tiempo también para lamentarse por una situación. No es otra que la ausencia de rivales de nivel con los que medir la evolución del equipo durante la pretemporada, que se limita únicamente al Alavés en el Trofeo Carlos Lapetra.

Una situación, que según indicaba el propio entrenador blanquillo, se había visto condicionada por diversas situaciones, después de que se cayeran a última hora dos encuentros de buen nivel ante un equipo de LaLiga Santander, la Real Sociedad y otro frente a un equipo de LaLiga 1|2|3, el Mirandés.

Últimas pretemporadas

Sin embargo, difícil es saber hasta qué punto puede afectar al equipo de cara al inicio de la competición, pues como se ha demostrado durante las últimas campañas, el nivel de los rivales no marca el rendimiento del equipo. El mejor ejemplo es el de la última pretemporada, en el que el Real Zaragoza se vio las caras con hasta cuatro equipos de Primera (Real Sociedad, Leganés, Villarreal y Levante) y sin embargo el rendimiento posterior fue muy pobre.

También de nivel había sido un año antes, en la que se acabó por luchar por el ascenso frente al CD Numancia. En aquella ocasión, además del habitual encuentro ante el Deportivo Aragón, se jugó frente al UD Logroñés y posteriormente ante Mirandés, Villarreal, Levante y Eibar. En la campaña que inició Luis Milla y acabó César Láinez, los rivales de mayor nivel fueron Nàstic, Alavés y Eibar, jugándose también, por ejemplo, con el CD Ebro, que repetirá en fechas próximas.

El verano en el que Ranko Popovic llevó las riendas del equipo y que finalizó con el desastre de Palamós, algunos de los rivales fueron el Cagliari, el Nàstic, el Alcorcón, la SD Huesca o la Real Sociedad. Y una antes, en la que se rozó el ascenso en Las Palmas, el equipo había firmado una preparación paupérrima con derrotas frente a UD Logroñés (1-0), SD Huesca (3-2) o CD Numancia (1-0), así como ante el Villarreal. La única victoria fue frente al Atlético de Tetuán (4-1).

Queda claro pues, que el nivel de los rivales no marca el rendimiento del equipo a lo largo de la temporada y que quizá lo importante sea contar con el grueso de la plantilla para poder trabajar durante el mayor periodo de tiempo posible. Aunque para conocer las consecuencias habrá que esperar, al menos, hasta el inicio de la temporada el próximo 17 de agosto.