Una reacción de la segunda unidad
El Real Zaragoza ha conseguido reconducir el rumbo después de unas semanas en la que todo el proyecto pareció tambalearse debido a los malos resultados. Tras tres derrotas consecutivas el equipo aragonés ha sido capaz de tirar de carácter para volver a situarse entre los mejores precisamente en el tramo más complicado de la primera parte de LaLiga SmartBank.
Una reacción que cuenta además con el mérito de haberse producido gracias a la posibilidad de haber sumado efectivos para la causa, rayando a gran nivel ante las ausencias de algunos de los jugadores que estaban llamados a ser de los más importantes del equipo.
Al margen de la baja conocida de Dwamena, durante las últimas semanas Víctor Fernández ha perdido, posiblemente hasta 2020, a tres de los futbolistas que fueron fijos en el inicio como Cristian Álvarez, Vigaray y Atienza. A ellos se les han sumado de forma intermitente otros nombres importantes como los de Kagawa, Igbekeme o Guti.
Sin embargo, los resultados han acabado llegando y, salvo el tropiezo ante el Albacete, el Real Zaragoza ha sido capaz de afrontar con garantías los duelos ante equipos importantes como Las Palmas, Almería, Rayo, Girona o Deportivo. Todo ello gracias a la mejora del nivel de los jugadores que habían tenido menos minutos. Buenas actuaciones en general de nombres como los de Ratón en la portería; Delmás y Guitián en defensa o Álex Blanco y Soro en el ataque, a los que se suma el refuerzo de Puado.
Una buena muestra de que este Real Zaragoza cuenta con un notable fondo de armario al que, además, se le podrían sumar nuevos efectivos una vez que se abra el mercado de invierno. Con lo que la plantilla del equipo aragonés debería alcanzar las plenas garantías para afrontar la segunda vuelta con el único objetivo de luchar por el ascenso.
