Guitián: “Hay que ir partido a partido y no dar nada por hecho”

Tras el fiasco en el partido frente al Nàstic y con el último amistoso de la pretemporada, ante el Girona, a la vuelta de la esquina, ha sido momento de escuchar a uno de los veteranos de la plantilla y con peso en el vestuario como es Alberto Guitián, uno de los jugadores llamados a ser importantes para el nuevo técnico, Rubén Baraja.

El central cántabro ha restado importancia a los resultados cosechados hasta el momento, con derrotas frente a Getafe y Nàstic, en lo que ha definido como “los típicos partidos de pretemporada, con la gente muy cansada”. Una preparación de la que Guitián destaca que “tenemos poco tiempo, es una pretemporada un poco extraña después de lo sucedido la temporada pasada”. Aunque también incide en que espera ver una versión más cercana a la realidad en el partido frente al Girona.

Alberto Guitián, veterano en el Real Zaragoza reconoce que “el día a día siempre es muy bueno, tenemos un gran equipo, no sólo como jugadores”, en lo que parece que vuelve a ser un grupo compacto dentro del vestuario. Además, declara “sé perfectamente en el club en el que estoy y las responsabilidades que tiene llevar esta camiseta” y no se esconde, sabedor de que el objetivo siempre es el ascenso aunque según sus palabras, “hay que ir partido a partido y no dar nada por hecho”.

Respecto al nuevo entrenador, Guitián descubre que “el énfasis ha estado en los detalles. No podemos conceder ni regalar”, especialmente en dos situaciones concretas, el balón parado y la salida desde atrás, que le han costado goles al Real Zaragoza en los partidos disputados. Además, el defensa admite que “desde marzo es todo bastante raro” y cree que el equipo que mejor se adapte a la situación de jugar sin público y las normas emitidas por LaLiga, tendrá mucho ganado.

A nivel personal, Alberto Guitián muestra su ambición ya que “me gustaría ser siempre titular pero no está en mis manos” y aunque trabaja para ello, también es sabedor de que quizá tenga que partir desde el banquillo, en cuyo caso, “sé esperar mi momento y aprovecharlo”. Todo ello en una línea defensiva en la que no hay novedades entre los centrales salvo por Jair, que todavía no ha podido trabajar con el grupo, un elemento, el de la continuidad, que el cántabro valora positivamente porque “ya nos conocemos, sabemos todos cómo jugamos”.