Una promoción de alto precio

El Real Zaragoza consiguió revertir una difícil situación. Tras una primera vuelta en la que el descenso se cernía como una amenaza real, la magnífica segunda parte de la temporada ha permitido a los de Natxo González optar a la promoción por el ascenso de una forma real, llegando como candidato aventajado a las últimas jornadas de liga.

Los aragoneses suman en estos momentos 62 puntos. Una cifra que le permite alcanzar el quinto puesto de la competición, pero que no le asegura, ni mucho menos, mantener su puesto de privilegio al final de temporada. Pendientes de duelos propios y ajenos, el Real Zaragoza tendrá asegurado su puesto en la zona de promoción si consigue ganar al Valladolid y además, lo hace en otro de sus dos encuentros. Unos resultados que le llevarían a alcanzar los 68. Sin tener en cuenta la posibilidad de lograr otros resultados, se trataría de una cifra especialmente alta para asegurarse la plaza de promoción.
Echando la vista atrás, vemos como esta temporada resulta más complicado que en ocasiones anteriores llegar a luchar por el ascenso a Primera. Desde que se implantó este nuevo sistema de competición, la mayor cifra necesaria se dio en la temporada 2011/12, en la que el Córdoba fue sexto con 71 puntos, sólo uno por encima del séptimo, el Almería. El mismo equipo andaluz, el Córdoba se sitúa en el otro extremo, logrando plaza de promoción con apenas 61 puntos en la temporada 2013/14, eso sí, siendo séptimo por la presencia del filial del FC Barcelona como tercero, y llegando a lograr el ascenso con esa escasa puntuación. La misma, que cosechó el Real Zaragoza una temporada después, la 2014/15 en la que quedó a diez minutos de conseguir el ascenso en Las Palmas.
En las dos últimas temporadas las cantidad de puntos necesaria ha sido algo menor a la actual. Se ve en los casos de Osasuna en la 2015/16, sexto con 64 puntos y la SD Huesca la pasada temporada, con 63. Se muestra pues la dureza de una temporada en la que el Real Zaragoza busca la ansiada vuelta a la Primera división. Un objetivo para el que el camino elegido ha sido el más complicado posible y cuya certificación comienza por lograr un buen resultado ante el Albacete.