Habilidad y buen golpeo de balón

Forjado en las categorías inferiores del FC Barcelona, 'Lanza' es un centrocampista ofensivo con llegada y presencia ofensiva en el área rival. Un perfil de jugador que, a día de hoy, escasea en el Real Zaragoza. Sergio Gil y Diamanka se asemejan a estas características, pero lo que aporta Manu Lanzarote es el excepcional golpeo de balón que atesora. De hecho, en su debut en Primera División con el Espanyol marcó una falta de gran calidad. 

Gran parte de su carrera ha discurrido en clubes catalanes. Así, ha sido una pieza importante en clubes como el Lleida, el Sant Andreu, el Espanyol o el Sabadell. Fue en este último en el que coincidió con el actual técnico del Real Zaragoza, Lluis Carreras, y por ello su llegada es vista con buenos ojos con el técnico. Además, Lanzarote ha formado parte de otras plantillas como las del Éibar, el Oviedo o el Alavés. 
Conoce la Segunda División gracias a su paso por alguno de estos clubes. Además, tiene el distintivo internacional de haber ido a probar fortuna a otras ligas. En su caso, ha sido en el Asteras Trípoli de la liga griega. Ahora vuelve a España y tendrá tiempo de demostrar las características que le hacen diferente: habilidad con el balón, capacidad para abrir huecos en la defensa contraria y, como no, su gran golpeo de balón.
 
Las grandes virtudes de Lanzarote son su llegada al área contraria y su capacidad de dar el último pase
Y es que 'Lanza' es de esa clase de jugadores con la capacidad de dar el último pase antes del gol. Su llegada, sumada a su visión de juego, le hace un futbolista diferente y que puede completar a otros jugadores del Real Zaragoza como Dongou o Ángel. El despliegue físico que hace en cada partido le ha hecho ser una pieza clave y titular con regularidad en todos los equipos en los que ha militado. 
Lluis Carreras tiene nuevas vías para focalizar el ataque zaragocista con la incorporación del jugador catalán. Con Manu Lanzarote, la segunda línea gana en presencia, en recorrido, en llegada al área y en gol. Además, el barcelonés puede ser otra de las alternativas para los golpeos a balón parado, una función que a día de hoy está asumiendo un Pedro en horas bajas. Una alternativa con mayúsculas en la línea medular.