De Montjuic al cielo

Hay momentos que nunca se olvidan. "Pasan los años pero el sentimiento no cambia... El cariño siempre está". Hace 12 años una galaxia, fabricada a golpe de talonario, saltó por los aires ante un equipo que en Liga sudaba tinta todos los domingos por mantenerse en Primera División. Se cumple una docena de años de aquel minuto 112 en Montjuic, donde un argentino se sacó de la chistera el mejor truco final. Un disparo raso, potente, que sorprendió a César en el bote y que logró como premio la sexta Copa del Rey del Real Zaragoza. Los de Víctor Muñoz ganaban 2-3 al Real Madrid en la final y sumaban su sexta Copa del Rey.

Luciano Martín Galletti sigue acordándose de ese gol que lo cambió todo con todo lujo de detalles: "Parece que lo hice ayer... Me acuerdo de todo y veo muy cercano todo". Asegura que conseguir esa diana decisiva le hizo sentir "una alegría inmensa" y que a su vez eso le recuerda que "van pasando los años". Lo importante, lo que le hace feliz, es "que la gente vuelva a pensar en esos momentos, en esa alegría tan grande".
Pero, ¿cómo empezó a fraguarse esa victoria? ElDesmarque Zaragoza ha hablado con varios de los protagonistas de aquella final. En el centro del campo, José María Movilla, recién llegado aquel invierno, bordó el fútbol por momentos en aquella final. "Recuerdo especialmente los últimos minutos. Nosotros estábamos muy cansados y con la expulsión de Cani jugando con uno menos para defender el resultado". 
El 'pelado' también esboza una sonrisa con el momento del gol. "Recuerdo esos minutos agónicos y también la celebración con nuestros aficionados dentro del campo", explica, "y también que el árbitro estuvo muy dialogante con nosotros", concluye el jugador madrileño. 

La mejor de las despedidas

Quien también se emociona al recordar aquel 17 de marzo en Barcelona es el, por entonces, portero del club aragonés. César Lainez, tras toda una vida ligado al club, dejó su carrera en todo lo algo con este premio: "Pensaba que en La Cartuja toqué el cielo... Pero lo de Montjuic fue el paraíso. Sabía que me quedaban pocos minutos ya en mi rodilla y fue el broche de mi carrera".
Otro aragonés y zaragocista, como Cani, también recuerda ese día con mucho cariño. En el caso del atacante, su vista se coloca en las horas previas al partido. "No pude dormir la siesta...", reconoce, "teníamos debajo del hotel a muchos aficionados y me quedé mirándolos mucho rato". Para Galletti, el empuje de la gente también fue determinante y ha marcado el resto de su vida: "Mi familia tiene un gran cariño por la ciudad y su gente y seguimos pendientes de su suerte".

Para el recuerdo

El 'hueso', sin ser protagonista aquel año, ha terminado por convertirse en un icono de la historia viva del Real Zaragoza. Su gol tumbó al todopoderoso Real Madrid, que llegaba con la vitola de favorito y terminó cayendo sobre la lona. Los goles de Beckham y Roberto Carlos fueron contrarrestados por Dani y por Villa. El argentino fue el que actuó como factor decisivo. Así se ganó el cariño de la gente de Zaragoza. Una ciudad de la que, a día de hoy, sigue muy pendiente.
Y es que Galletti no pierde detalle de la trayectoria que está siguiendo el equipo actualmente. "¡Claro que sigo al Real Zaragoza! Estoy pendiente, lo veo bien. Llega al final de la temporada con mucha fuerza y confío en que pueda conseguir el ascenso para verlos de nuevo en Primera, lugar que se merece".
De paso, el argentino, que después jugó en el Atlético y en el Olympiakos, manda un mensaje al club: "En lo que necesiten pueden contar conmigo. Fueron años muy importante en mi carrera profesional y en mi vida personal". Y, una vez más, vuelve a recordar: "Pasan los años pero el sentimiento no cambia... El cariño siempre está".